Breivik no opuso resistencia a la Policía que le detuvo en la isla de Utoya

HOENEFOSS (NORUEGA), 27 (Reuters/EP)

El autor confeso del doble atentado ocurrido en Noruega el pasado viernes, Anders Behring Breivik, tiró su arma y alzó sus manos en señal de rendición cuando la Policía se acercó a él en la isla de Utoya, donde llegó a matar a tiros a 68 personas, según uno de los agentes implicados en el operativo, Jacob Bjertnaes.

Hasta ahora, los policías que llegaron en primer lugar a Utoya han guardado silencio sobre su intervención, que se produjo, según ha explicado Bjertnaes, en dos grupos de cinco agentes cada uno. La primera unidad se desplazó al norte de la isla y la segunda hacia el sur, donde se encontraba el agresor.

Bjertnaes, que no ha querido entrar a valorar los supuestos errores cometidos por las fuerzas de seguridad, ha explicado que su grupo corrió «inmediatamente» hacia el sur de la isla, donde dispararon para llamar la atención de Breivik cuando se encontraban a 350 metros de distancia de él y aprovechando que no había otras personas en las inmediaciones.

«De repente, el agresor se paró ante nosotros con sus manos sobre la cabeza», ha dicho el policía. «El arma se encontraba en el suelo a unos 15 metros de él», ha añadido.

La unidad policial se organizó entonces de tal forma que uno de sus componentes se asegurase de que Breivik no podía escapar mientras los restantes acudían en auxilio de las víctimas. Unas 650 personas, en su mayoría jóvenes, se encontraban en la isla de Utoya dentro de un campamento de verano organizado por el Partido Laborista.

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