El coste neto que tuvieron que pagar las empresas por cada trabajador en 2010 ascendió a 30.541,28 euros, un 0,5% más que en el año precedente, según la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si se tienen en cuenta las subvenciones y deducciones públicas, el coste bruto por trabajador alcanzó los 30.819,53 euros en 2010, con un incremento anual del 0,5% respecto al ejercicio 2009.
El 73,14% del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, por un importe de 22.540,83 euros por trabajador, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social supusieron el 22,09% del total, hasta 6.806,61 euros.
Además de estas partidas, 581,39 euros anuales se destinaron a beneficios sociales por trabajador (cotizaciones voluntarias a seguros y planes de pensiones, prestaciones complementarias a la Seguridad Social, etc.), 374,07 euros a otros gastos derivados del trabajo (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, transporte, etc.), 412,29 euros a indemnizaciones por despido y 104,34 euros a formación profesional.
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