Solo, fané y descangallado. Como la protagonista del tango de Gardel, Rodríguez Zapatero afrontaba ayer la última de sus muchas renuncias a promesas y principios para anunciar elecciones anticipadas el 20 de noviembre, haciendo coincidir su final político con el del dictador … «No entra en los planes del Gobierno adelantar las elecciones porque no sería bueno para España», había repetido hasta la saciedad el presidente durante el año último …
Lea el artículo completo en www.eleconomista.es