La intención fue buena, el resultado, como tantas otras veces al hablar de la Unión Europea, no tanto. Después de la debacle bursátil vivida el jueves en todas las plazas mundiales, la Comisión Europea se apresuró el viernes a anunciar la comparecencia del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, a modo de cortafuegos, para tratar de calmar a los mercados y, sobre todo, dar una imagen de unidad frente a la crisis de la deuda … Ante las acusaciones de excesiva burocracia del nuevo fondo esgrimidas por algunos inversores como explicación de los ataques especulativos al bono de Italia, España y, en menor medida, de Bélgica y Francia, Rehn lanzó un órdago …
Lea el artículo completo en www.cincodias.com