Los habitantes de Poyales del Hoyo (Ávila, 620 habitantes) han hablado más de su pasado en una semana que en los últimos 75 años. La decisión del alcalde del PP, Antonio Cerro, de destrozar, el sábado 30 de julio, una tumba construida en 2002 que homenajeaba los restos de diez vecinos del pueblo fusilados en 1936, ha dejado al descubierto las heridas del pueblo aún sin cicatrizar …
Lea el artículo completo en www.publico.es