El cerco policial a la zona de discotecas de Lloret de Mas deja una noche sin altercados

Lloret de Mar (Girona) no ha registrado incidentes importantes esta noche en la zona de discotecas, en torno a la avenida Just Marlés, después de que la madrugada del jueves hubiera enfrentamientos entre centenares de turistas y la policía que acabaron en batalla campal, han confirmado a Europa Press fuentes policiales.

Los Mossos d’Esquadra y la Policía Local de Lloret de Mar han blindado la población de la Costa Brava esta noche y madrugada para evitar que se repitan incidentes como los de esta semana en que han acabado detenidas 21 personas, la mayoría jóvenes y extranjeros por desórdenes públicos.

Durante toda esta noche hasta ocho furgonetas de los antidisturbios y la Policía Local, además de un centenar de agentes, han custodiado la población para prevenir cualquier disturbio.

El director de los Mossos d’Esquadra, Manel Prat, se ha trasladado al lugar para supervisar ‘in situ’ el operativo policial y ha asegurado en declaraciones a la prensa que de momento se continúa con el mismo «plan de trabajo» de los días anteriores y que se ha reforzado la presencia policial para que los altercados no se repitan lo que queda de mes de agosto.

«PUNTO DE INFLEXION»

Y es que los altercados vividos la pasada madrugada en la ciudad entre jóvenes turistas y policía son, en palabras de su alcalde, Romà Codina, un «punto de inflexión» que ha llevado este jueves al Ayuntamiento a endurecer su postura, anunciar más contundencia y reconocer que toca repensar la política turística del municipio costero.

Los incidentes de la última noche se saldaron con 20 detenidos por desórdenes –de entre 17 y 30 años y todos extranjeros– y 22 heridos, además de destrozos en el mobiliario urbano.

Al inicio de la noche la imagen de Lloret de Mar era la de miles de jóvenes con grandes copas de cubata, cócteles y botellones cargas de alcohol recorriendo la principal avenida de discotecas de la localidad, la avenida Just Marlés; bajo la mirada atenta de patrullas de los agentes municipales y de la policía catalana.

Después de los incidentes, el alcalde ha dado orden a la Policía Local para actuar de forma inmediata si se incumplía de algún modo la normativa vigente en relación a: el cumplimiento estricto de los horarios de cierre de los locales y el control de la salida de dichos establecimientos; la retirada de carteles publicitarios sin licencia; o la prohibición del reparto de propaganda en la vía pública, como medida cautelar, para disminuir la presión publicitaria.

Además, se prohíbe la distribución de alimentos de máquinas de vending una vez cerrados los locales para evitar aglomeraciones y que se ensucie la vía pública, y se ha hecho un mayor control en la prohibición del consumo de alcohol en las calles.

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