El portavoz del Gobierno y ministro de Fomento, José Blanco, ha explicado tras el Consejo de Ministros que la reforma de la Constitución ha sido llevada adelante por las fuerzas políticas en el Congreso, las que recibieron el «mandato» del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y que el papel del candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido, como el de Rajoy, el de «fijar la orientación» de ese trabajo.
«El de Rubalcaba es el papel que corresponde al líder del PSOE, fijar la orientación y el contenido, las posiciones del PSOE en la negociación, igual que estoy seguro que hizo el líder del PP», ha respondido Blanco en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Ejecutivo y a preguntas de los periodistas.
«Pero han sido las fuerzas políticas las que han protagonizado este acuerdo porque ha sido la voluntad expresa del presidente del Gobierno», ha insistido el portavoz, que no ha querido comentar nada sobre las disensiones internas en el PSOE sobre el alcance de la reforma constitucional y de la ley orgánica que le seguirá.
QUE SE SUMEN OTROS PARTIDOS
El resultado del trabajo de PSOE y PP es, para el Gobierno, muy satisfactorio –«la voluntad del Gobierno ha quedado expresada»– y ahora espera que otros grupos parlamentarios se sumen. De hecho, ha asegurado que Rodríguez Zapatero, además de estar en contacto con los negociadores de los dos partidos mayoritarios, ha estado «en contacto» con los líderes de otros partidos que el Ejecutivo cree que «se deben sumar al acuerdo alcanzado».
No ha precisado Blanco de quién se trata y ha aclarado además que serán de nuevo los grupos parlamentarios los que deberán trabajar en la ampliación de ese consenso y en medir los cambios que se puedan introducir para añadir a la reforma la firma de otros partidos políticos. «Los márgenes y el alcance de ese acuerdo reside en las fuerzas políticas», ha insistido.
EL REFERENDUM, UNA PREVISION CONSTITUCIONAL
Tampoco se ha querido pronunciar José Blanco sobre la conveniencia o no de aprovechar la previsión constitucional de someter a referéndum esta reforma, si lo pide un 10 por ciento de diputados o de senadores.
El portavoz se ha limitado a explicar que la posibilidad existe, que es un mecanismo previsto en la Carta Magna para las reformas que no afectan a los derechos fundamentales o al estructura del Estado. «Y el Gobierno va a ser siempre escrupuloso con el contenido de la Constitución», ha concluido.
