La portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha felicitado del pacto alcanzado entre su partido y el PSOE para reformar el artículo 135 de la Constitución, que ha definido como «un buen acuerdo» que dota a la economía española de la confianza que necesita, garantiza el Estado de bienestar y las políticas sociales y también la austeridad.
Así lo ha subrayado la dirigente ‘popular’ en una rueda de prensa en la Cámara Baja, en la que ha comparecido acompañada del responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, otro de los negociadores de la reforma, en la que también ha participado el secretario general del Grupo Popular, José Luis Ayllón, y el diputado Alvaro Nadal.
Sáenz de Santamaría ha valorado el acuerdo tras registrarlo en el Congreso junto con el portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, y los otros dos negociadores el partido mayoritario: el portavoz de Presupuestos, Francisco Fernández Marugán, y el diputado Txiki Benegas.
NEGOCIACION «AGIL Y FLUIDA»
La dirigente ‘popular’ ha empezando dejando claro que han sido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, los que han «cerrado» el acuerdo, y ha aclarado que «no ha habido ninguna reunión» del equipo negociador del PP con el candidato del PSOE a la Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Además, ha querido agradecer expresamente a José Antonio Alonso el «el ambiente y la lealtad» con la que ha «encabezado» las conversaciones por parte del Grupo Socialista que, según ha puesto de relieve, se han producido de manera «fluida y ágil». «Es de justicia reconocerlo», ha dicho tras agradecer también la labor de Fernández Marugán y Benegas.
Para el PP, este pacto es bueno desde el punto de vista «económico» porque «contribuye a mejorar la confianza que tanto necesita reforzar la economía española», pero también lo es desde el punto de vista «social» ya que, según ha enfatizado la portavoz parlamentaria, «garantiza el Estado de bienestar y las políticas sociales, frente al descontrol en las cuentas públicas que siempre lleva a recortes sociales».
Asimismo, ha remarcado que también es positivo políticamente porque «marca un consenso clave en una de las principales reformas estructurales que necesita la economía española».
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