La miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Francisca Luengo, ha afirmado que la reforma de la Constitución que se ha comenzado a tramitar en las Cortes sobre el techo del déficit público «no excluirá a España de ataques futuros, pero es un escudo importante».
Luengo ha indicado en rueda de prensa que su partido aún no ha abordado qué hará con las enmiendas que ha anunciado CC al respecto al tiempo que evitó valorar la decisión de los nacionalistas de abstenerse en la votación de toma en consideración. «Cada partido adopta una posición», se limitó a apuntar.
A su juicio esta medida, no es un capricho, ni una medida de derechas. «Es progresista y socialdemócrata», subrayó para añadir que se basa en el principio de la estabilidad presupuestaria, que ha propugnado el PSOE. «Es una medida de izquierdas para apuntalar el Estado del Bienestar», matizó.
En esta línea, la socialista ha aclarado que «la situación excepcional justifica sobradamente no acudir a un referéndum». Expuso que este mecanismo sólo se contempla en la Constitución cuando se vayan a modificar los títulos I y II y que esta reforma afecta a otro título. Apostó porque España esté en la Europa del futuro gracias a esta medida y avanzó que «no será muy distinta a los estados federales de América».
Luengo recordó que todo surge después de que el pasado 4 de agosto España superase los 400 puntos básicos de la prima de riesgo, lo que provocó que el Banco Central Europeo interviniese comprando bonos. «A cambio el Gobierno tiene que vigilar la deuda, conseguir los objetivos de déficit, no superar el 6 por ciento del PIB; y disminuir la tasa de paro».
«El déficit público no es siempre malo. Lo razonable es que haya un equilibrio en un ciclo económico», defendió la socialista quien además concluyó que la estabilidad presupuestaria es una idea «progresista», ya que cuando la situación va bien se ahorra y cuando va mal «se gasta».
Aprovechó este punto para criticar a los grupos de izquierdas que dicen que la reforma es de derechas. «El Gobierno ha estado a la altura de las circunstancia en tiempos de bonanza y en crisis», explicó para añadir que España no ha tenido que pedir ayuda; mantiene la cohesión social y ha realizado las reformas estructurales necesarias en ámbitos como el laboral o financiero. «Es el inicio de una nueva Europa, con una economía globalizada», finalizó Luengo.
