Los árboles crecen más rápido y absorben más CO2 con el nitrógeno de las rocas sedimentarias

Un equipo de investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos) ha demostrado que los bosques tienen la capacidad de aprovechar el nitrógeno que se encuentra en las rocas sedimentarias, impulsando así el crecimiento de los árboles y con ello su capacidad para absorber más dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

El estudio, que ha sido publicado en la edición de septiembre de la revista científica ‘Nature’, explica que, teniendo en cuenta que el CO2 es el gas que más afecta y contribuye al calentamiento global, el nitrógeno de las rocas podría afectar significativamente a la rapidez con que la Tierra se puede calentar en el futuro.

La teoría es que si los árboles pueden tener acceso a más nitrógeno, podrían conducir a un mayor almacenamiento de carbono en la tierra y menos emisiones de carbono a la atmósfera.

Según Benjamin Houlton, biogeoquímico y uno de los coautores del estudio, «los hallazgos sugieren que los modelos de cambio climático no sólo deben considerar la importancia del nitrógeno atmosférico, sino también empezar a pensar en cómo las rocas pueden afectar a este fenómeno climático».

Anteriormente se creía que el nitrógeno sólo podía entrar en los ecosistemas desde la atmósfera, disuelto en el agua de lluvia o asimilado por grupos de plantas y otros organismos. Debido a que la cantidad de nitrógeno que llega a los ecosistemas por estas vías es bastante limitada, se pensaba que la mayoría no llegaban a obtener el nitrógeno suficiente como para facilitar un crecimiento máximo de sus especies vegetales.

Siguiendo esta línea de pensamiento, se estimó que la clave estaba en el aporte de nitrógeno de las rocas sedimentarias. Tal y como afirma el profesor Randy Dahlgren, bioquímico y coautor del estudio, «hay tanto nitrógeno contenido en dos centímetros y medio de las rocas como para permitir el crecimiento de un típico bosque de coníferas durante 25 años. Este nitrógeno se libera lentamente y ayuda a mantener la fertilidad a largo plazo de muchos de los bosques».

Los datos del estudio indican que la cantidad de carbono almacenado en los suelos forestales derivados de las rocas ricas en nitrógeno, fue casi el doble que el de los sitios con rocas pobres en nitrógeno en el norte de California. Además, los investigadores utilizaron el inventario de los datos de crecimiento forestal del Servicio Forestal Nacional para determinar que no se trataba de un efecto localizado. De hecho, la productividad de los bosques que crecen sobre rocas ricas en nitrógeno fue, aproximadamente, un 50 por ciento superior a la productividad de los que crecen sobre rocas pobres en nitrógeno.

Con el fin de confirmar la relación entre el nitrógeno de los árboles y el de las rocas, los investigadores rastrearon el nitrógeno de las rocas utilizando los diferentes isótopos del nitrógeno. Los científicos observaron que los isótopos de nitrógeno en las rocas se correspondían con los de los suelos y los árboles, lo que confirmó su teoría. El nitrógeno tiende a ser elevado en rocas de origen sedimentario, que cubren aproximadamente el 75 por ciento de la superficie terrestre.

Según Houlton, «el hallazgo sorprendente de que los bosques también se alimentan del nitrógeno de las rocas tiene el potencial de cambiar todas las proyecciones relacionadas con el cambio climático».

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