Indigestión. Eso es lo que padece aún la banca española tras los excesos cometidos en los últimos años. La exagerada expansión de bancos y cajas producida en España al calor del boom inmobiliario debe seguir su purgación … Y no solo en las cajas. Los bancos también deben ahora apretarse el cinturón en dos o tres agujeros de golpe. La crisis de los mercados, unida a la económica, y a la desconfianza existente en España y también en Europa obligan a penar los pecados cometidos en el pasado …
Lea el artículo completo en www.cincodias.com