Ecologistas en Acción pidió este lunes que se prohíban las «cajas trampa» y los lazos utilizados para el control de predadores en Castilla-La Mancha, donde «cada año llegan nuevos linces» pero «no termina de asentarse una población estable».
La organización asegura que no existen causas naturales que «justifiquen» esta situación, y afirma que son «las abusivas prácticas de control de predadores y la ausencia de medidas eficaces de protección» lo que «impide que esta especie se recupere más allá de sus últimos reductos andaluces».
«Los investigadores coinciden en reconocer que es insólito que, habiendo poblaciones estables de lince ibérico reproduciéndose en el norte de Jaén y Córdoba, éstas no terminen de ampliar su distribución a terrenos colindantes de la provincia de Ciudad Real y al resto de Castilla-La Mancha. Aquí las condiciones de hábitat y de alimento son potencialmente similares, cuando no mejores, para la presencia de la especie», añaden los ecologistas.
Para Ecologistas en Acción, Castilla-La Mancha «no está haciendo una gestión del control de predadores acorde con la legislación ni con las buenas prácticas cinegéticas que son necesarias para que haya linces en convivencia con una caza sostenible».
Por esta razón, pide que se prohíban las «cajas trampa» y los lazos para el control de predadores en esta región; que se anule el proyecto de reintroducción del lince y se deriven esos fondos a ayudas para fomentar buenas prácticas en la gestión de las fincas de caza, y que se consideren todas las zonas potenciales para la recuperación del lince como «áreas críticas» de protección.
