Dicen que la economía es cíclica. Mediado 1996, el Partido Popular llegaba al poder tras unas elecciones anticipadas y lo primero que hacía era declarar a los mercados financieros que confiasen porque su tijera era más grande que la de nadie. Rodrigo Rato, recién nombrado entonces vicepresidente económico del Gobierno (hoy presidente de Bankia), tenía que lidiar con unos Presupuestos Generales del Estado aprobados para 1995 y prorrogados un año más …
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