El exdiputado del PSOE y después de IU Pablo Castellanos y la abogada Cristina Almeida, también parlamentaria de IU que luego fue candidata del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, son los dos exparlamentarios que cobran mayores complementos de pensión con cargo a los Presupuestos del Congreso.
Concretamente, el primero encabeza la lista con 2.877 euros mensuales, mientras que la segunda cobra 2.589 euros al mes, según la documentación esta pública este jueves en la página web de la Cámara Baja.
Además, hay un grupo de diez exparlamentarios que reciben por el mismo concepto entre 2.000 y 2.300 euros, entre ellos el exdiputado de CiU Josep María Trías de Bes, que se embolsa 2.117 euros todos los meses por este concepto.
UN IMPUTADO EN FILESA
El resto se reparte casi al 50 por ciento entre los que perciben más de 1.000 euros –como Guillermo Galeote, que dimitió como responsable de Finanzas del partido tras su imputación en el caso Filesa y que recibe 1.754 euros– y los que no llegan a esa cantidad.
Entre estos últimos, destacan el que fuera secretario general del PCE Santiago Carrillo, que cobra 693 euros mensuales o la exdiputada socialista Francisca Sahuquillo, que percibe 402 euros.
Hasta ahora podían acogerse al derecho a percibir este complemento de pensión los diputados y senadores que, habiendo estado en el escaño un mínimo de siete años, no podían cobrar la pensión máxima. Las Mesas del Congreso y el Senado acordaron suprimir esta prestación el pasado mes de julio a partir de la próxima legislatura, aunque sin efectos retroactivos. Es decir, los que ya la cobran seguirán haciéndolo.
Las condiciones para que las Cámaras paguen la cantidad que les resta para llegar a la pensión máxima son las siguientes: haber tenido un mandato mínimo de siete años habiéndose jubilado a los 65 años o prejubilado, siempre que lo hayan hecho los 60 cumplidos y con 40 años cotizados.
También podían solicitar el complemento de pensión los diputados o senadores que hubieran obtenido la declaración de invalidez permanente en sus grados de incapacidad permanente total para la profesión habitual, incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
