La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha avalado el despido de cuatro sindicalistas de Panrico por caricaturizar a dos compañeros haciendo «favores sexuales» al responsable de recursos humanos, ya que considera que no supone una violación del derecho a la libertad de expresión.
En su sentencia, el Tribunal europeo con sede en Estrasburgo (Francia) considera que la decisión de la compañía de despedir a los trabajadores por publicar en un boletín interno dicho dibujo y diversos artículos en los que critican, «en lenguaje vulgar», que estos dos compañeros hubieran testificado a favor de la compañía no supone una violación de este derecho.
En este sentido, la Gran Sala denuncia que el contenido del boletín interno «puede ser ofensivo y puede dañar la reputación de otros», y recuerda que el derecho a la libertad de expresión no es ilimitado.
Además, defiende que para que una relación laboral sea «fructífera», debe de estar basada en una relación de «mutua confianza», por lo que considera que hay situaciones que, aunque en otros contextos se puden legitimar por el derecho a la libertad de expresión, en el mundo laboral no.
Así, sostiene que «un ataque a la respetabilidad de unos individuos usando expresiones groseras y vejatorias en el entorno profesional es, teniendo en cuenta sus efectos disruptivos, una forma particularmente grave de mala conducta que puede justificar sanciones severas».
De esta forma, la Gran Sala del Tribunal de Estrasburgo considear que el despido de los trabajadores no ha sido una sanción «desproporcionada ni excesiva», y que, por lo tanto, «no ha habido ninguna violación» del derecho a la libertad de expresión.
