El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha recordado este martes al líder del PP, Mariano Rajoy, que en los ocho años de gobierno del PP no se «tocó» el Impuesto de Patrimonio, y que los Ejecutivos de los que él fue miembro «recaudaron bastante dinerito» con él.
«Le pido a Rajoy que eche la vista atrás, él gobernó ocho años con él», ha aseverado durante un desayuno informativo en el Fórum Europa, insistiendo en que a su juicio este impuesto «es un esfuerzo justo».
Rubalcaba ha defendido su petición al Gobierno de que recupere ya el impuesto de patrimonio argumentando que de esta forma en 2012 ya se recaudará dinero por este concepto y ha reiterado su advertencia a las comunidades autónomas del PP que no lo quieran poner.
«Tendrán que explicar por qué dejan de cobrar ese impuesto a patrimonios más grandes mientras algunas recortan con las tijeras de podar», ha espetado. Así, ha recordado que cuando el Gobierno decidió eliminar el impuesto –por la vía de bonificarlo al cien por cien– empezó a compensar a las comunidades autónomas por esa decisión, con casi 2.000 millones al año, pero que esa compensación dejará de pagarse si el impuesto se recupera.
Según Rubalcaba, las elecciones del 20N serán «muy importantes» porque así lo serán los próximos cuatro años, de manera que los ciudadanos «se lo van a pensar» antes de elegir entre él mismo, que ofrecerá «propuestas y debate» y Mariano Rajoy que, a su juicio, pide a los españoles «un cheque en blanco».
En esa línea, ha pedido a los ‘populares’ un «poquito de respeto a los ciudadanos» antes de ponerse a «contar votos» y ha recalcado que él trabajará por ganárselos y que su «talante» no es «el mismo que el del PP».
Dicho esto, ha confiado en que el PP presente también propuestas electorales, más allá de hacer «aventuradas» predicciones sobre puestos de trabajo –Esteban González-Pons habló de crear 3,5 millones– o de, como dijo Rajoy, «hablar a fondo» con los bancos para que den crédito.
«Espero que el PP nos contará algo más que su voluntad de incrementar la factura de Telefónica llamando a todos los bancos», ha ironizado, subrayando que el PP, que es «un partido serio con gente que ha ocupado puestos de responsabilidad», tiene que tener propuestas que se puedan «confrontar».
NO ADELANTA CIFRAS DE CREACION DE EMPLEO
Eso sí, Rubalcaba no ha querido dar una cifra de cuántos empleos podrían crearse si él llegase al Gobierno, argumentando que eso es «arriesgado» porque los empleos los crean las empresas. No obstante, tampoco ha precisado cuántos prevé crear con su política de incentivos con dinero público.
Sobre el empleo, se ha mostrado partidario de «pedirle esfuerzo» para crear puestos de trabajo en España a las «grandes empresas» que se han internacionalizado gracias a haber disfrutado de «grandes desgravaciones fiscales», un trato tan ventajoso que, según ha recordado, la UE ha emplazado a ponerle fin.
Aludiendo de nuevo a las palabras de Rajoy sobre los bancos, ha dicho que no se trata de tener una conversación «a fondo» ni de «pasarles cuentas», pero sí de recordarles el «tratamiento fiscal muy favorable» que han tenido.
Rubalcaba ha dejado claro que no le gusta la «deslocalización» y ha abogado por pedir a estas empresas que tengan «un compromiso con España», advirtiendo de que «no es razonable» que terminen por crear empleo sólo fuera de nuestro país. «Soy partidario de hablar con ellos y estoy convencido de que van a decir que sí», ha dicho.
TELEFONICA Y REPSOL
El candidato se ha expresado así preguntado por Telefónica y sobre si teme que la antigua compañía pública se esté deslocalizando para no ser penalizada en los mercados por ser española. Rubalcaba ha dejado claro que no cree que la empresa «esté castigada en los mercados por ser española». Además, se ha mostrado convencido de que Telefónica está entre las que dirán que sí a su petición puesto que ya tiene un «plan muy bueno» de trato con emprendedores.
En el caso de Repsol, ha dicho sentirse «muy cómodo» con su relación con empresas de México y Argentina, socios muy importantes para España, pero ha reconocido que le gustaría que la «dirección estratégica» siga estando en manos españolas.
Rubalcaba ha negado la tesis de que el PSOE se niegue a ‘desespañolizar’ Repsol mientras que sí estuvo dispuesto con Endesa y ha replicado que la eléctrica vivió «avatares empresariales» que terminaron con la entrada de una italiana (Enel) con la que, según ha dicho, tuvo «buena relación» mientras estaba en el Gobierno.
NUCLEARES NO
También ha recordado que el PSOE «nunca ha sido nuclearista» y que en su programa electoral figurará el compromiso de cerrar las centrales nucleares «cuando les toque» sin prolongar su vida útil. En este punto, ha recordado que otros países como Alemania incluso están acelerando los cierres e invirtiendo en renovables, de modo que ese es el camino en el que hay que competir.
Eso sí, ha aprovechado para subrayar que el accidente ocurrido ayer en el sureste de Francia en un centro de tratamiento de residuos está «controlado».
Además, ha reiterado que no hará reformas del sistema educativo y ha vuelto a defender a los profesores y a afear al Gobierno madrileño que haga «desgravaciones fiscales» a «colegios de élite» mientras recorta en la escuela pública.
EL FIN DE ETA
Por otro lado, ha reiterado su convencimiento de que la banda terrorista ETA está «cerca del final», aunque no se ha atrevido a predecir cuándo llegará éste, y ha insistido en pedir a autoridades y partidos políticos que no se «equivoquen» en esta fase.
Según Rubalcaba, el agradecimiento de empresarios vascos y navarros por su tarea al frente de Interior ha sido probablemente lo mejor de su vida política –y haber sido titular de ese Ministerio ha sido «la etapa más dura»–.
El hoy candidato ha reconocido que en 2008 se planteó «una retirada paulatina de la vida política» pensando que «vitalmente lo necesitaba», pero Zapatero le pidió que se quedase. Después, ha asegurado que se pensó mucho si aceptar el ofrecimiento de sus compañeros de ser candidato en las próximas generales, puesto que en una responsabilidad hay que estar «a pleno rendimiento».
«Si no hubiera estado convencido de que puedo ganar las elecciones y si no hubiera tenido ideas para sacar a España de la crisis no habría dicho que sí», ha remachado.
