El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, aseguró hoy en el Congreso de los Diputados que el Gobierno actuó con «enorme inteligencia y prudencia» al no expulsar al embajador sirio ni retirar la representación diplomática de España en Siria.
En respuesta a una interpelación planteada por el diputado del PNV, Aitor Esteban, sobre la política del Ejecutivo en ese país, Jáuregui advirtió de que medidas como la expulsión del respresentante diplomático en España supondría una medida similar por parte del régimen sirio y «renunciar a la representación de los intereses españoles» allí.
Además, argumentó que la representación diplomática mantiene un «nivel de contacto con la oposición siria muy importante» que «sólo es posible» estando ahí, mediante la Embajada de España.
Esteban denunció que la política de todos los agentes internacionales se ha ajustado a motivaciones de «estrategia geopolítica» en lo tocante a lo que sucede en Siria. «Se nos llena la boca de palabras grandilocuentes, de derechos humanos, de elecciones, de libertad…. Pero sólo para nosotros», criticó.
Recordó, asimismo, que el pueblo sirio lleva más de medio año de protestas, con un saldo de cerca de 3.000 muertos, miles de encarcelados y torturados y «atrocidades increíbles».
El diputado preguntó al ministro de la Presidencia sobre una posible expulsión o llamada a consultas del embajador sirio, sobre la restricción de operaciones con bancos o empresas en las que esté implicada la familia Asad, el aumento de financiación para los opositores y el establecimiento de una zona segura para los refugiados sirios.
Insistió, no obstante en que su partido no pide «una intervención militar» al estilo de la efectuada en Libia, pero sí exigió mayor respaldo público al pueblo sirio y una actuación decidida para conseguir que «el régimen termine».
Con la «convicción de que el régimen (sirio) tiene los dias contados», Jáuregui aseguró que España aboga en todas las instancias internacionales por el aumento de la «presión internacional» y rechazó que se actúe «pasivamente o con lentitud». «Mantenemos una posición política rotunda, pero con inteligencia, eficacia y en marco de la actuación internacional».
Jáuregui insistió en que el Ejecutivo español ha sido un «agente muy importante» y ha tenido un «protagonismo razonable» en países como Túnez y Egipto, donde ha gestionado los «tránsitos democráticos».
En Siria, donde un régimen de represión «brutal» ha hecho gala de una «violación sistemática de los derechos humanos», el Gobierno español empezó por una declaración de condena «firme». A su juicio, en Siria el «aseguramiento del tránsito hacia la democracia es el único camino posible».
