El déficit por cuenta corriente fue de 28.919,1 millones de euros en los siete primeros meses del año, lo que supone una reducción del 9,86 % con respecto al mismo período de 2010, según los datos publicados hoy por el Banco de España.
La balanza por cuenta corriente, no obstante, sigue siendo deficitaria, puesto que el importe de los ingresos provenientes del exterior todavía es menor que el de los pagos que debe realizar España.
La disminución se debió al recorte del 16,56 % del déficit comercial, hasta los 23.344,1 millones de euros, resultado de las diferencia entre las exportaciones y las importaciones de bienes, que aumentaron hasta julio el 17,8 % y el 10,7 %, respectivamente, como consecuencia de una mayor dinamismo de los flujos comerciales.
También contribuyó a reducir el saldo negativo de la balanza comercial la disminución en un 87 % del déficit no energético, aunque la factura energética aumentó aproximadamente en un 18 %, ya que en esta materia España importa más que exporta.
Asimismo, el Banco de España destaca el incremento del superávit acumulado de la balanza de servicios, que creció el 24,28 % y sumó 18.728,7 millones de euros, fundamentalmente por el aumento del turismo y los viajes a España, que cerraron los siete primeros meses con un saldo positivo de 17.157,1 millones, el 14,71 % más.
Por el contrario, el saldo negativo de la balanza de rentas, que es la que incluye los intereses y dividendos pagados a la inversión extranjera, así como la remuneración de los trabajadores en el exterior, aumentó el 36,35 % y sumó 18.174,3 millones de euros.
El saldo negativo de las transferencias corrientes, en las que se integran las remesas que envían los emigrantes a sus países de origen, creció el 4,85 % y alcanzó los 6.129,5 millones.
Dentro de la balanza de pagos se registra también la cuenta financiera, que representa la deuda frente a terceros países excluyendo al Banco de España y que en los siete primeros meses del año generó un superávit de 30.748,3 millones de euros, procedentes principalmente de inversiones, préstamos y depósitos, y en menor medida por las inversiones de cartera. Las inversiones en derivados financieros bajaron.
La cuenta de capital, que recoge las transferencias de capital procedentes de la Unión Europea, tuvo un superávit de 3.025,5 millones, el 27,59 % menos que hace un año.
De la diferencia entre el déficit por cuenta corriente y la cuenta de capital se deriva que la capacidad de financiación de la economía española fue hasta julio de 25.893,6 millones, un 7,2 % inferior a la registrada en el mismo período de 2010.
