«Llame al despacho». El mensaje apareció una tarde de febrero de 1992 en el busca del entonces subinspector de los Mossos d’Esquadra Joan Carles Molinero, que veía con sus dos hijas un desfile de carnaval en Barcelona. El hoy comisario investigaba el asesinato de una transexual en Barcelona, que murió de una lluvia de patadas en la cabeza y de un trastazo en el pecho con un palo de escoba mientras dormía en el parque de la Ciutadella …
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