La salida del Madrid fue otra vez la perfección. Presionando arriba, hilando finas jugadas de ataque, llegando. Un vendaval que marcó dos goles muy rápidamente y luego, tras un leve sesteo, un tercero en contraataque fulminante … No, no era sitio para reponerse. Este Madrid ya es más que una amenaza seria para el Barça. Estas cosas cambian, pero en la foto de este preciso instante luce mejor, y eso que Cristiano tuvo su noche más pálida desde que llegó al Madrid …
Lea el artículo completo en www.as.com