La madrugada del 22 de agosto de 2016, Diana Quer, de 18 años, vecina de la urbanización Montealina, desapareció cuando regresaba a su casa de veraneo en A Pobra do Caramiñal (La Coruña). Eran las 2.50 horas de la madrugada y estaba a un kilómetro de su casa.
Ese día vestía pantalón corto rosa, camiseta blanca y sudadera y calzaba zapatillas negras. En las últimas horas se ha conocido que camino de vuelta a su domicilio envió un mensaje a un amigo suyo de Madrid asegurando que había visto a alguien que no le gustaba nada y que se estaba preocupando. «Me estoy acojonando, un gitano me estaba llamando», señaló Diana. «¿Y qué te ha dicho?», respondió su interlocutor. «Morena ven aquí», contestó la desaparecida.
Según cuenta David Lozano en ESdiario de fuentes cercanas a la investigación, los agentes están sorprendidos por la actitud de la mayoría de los medios de comunicación -sobre todo de las televisiones- que se han volcado con el caso pero de una manera muy particular. –Sorpresa policial por la autocensura mediática en la desaparición de Diana—
En la Guardia Civil no entienden el por qué se ha ocultado el mensaje del «gitano», sustituyendo esa descripción étnica y pasándola de largo reemplazando ese término por el de «hombre». Aunque los responsables policiales siempre son reticentes a que los medios de comunicación interfieran en sus investigaciones, en casos de desapariciones como ésta sí es importante que la prensa colabore y difunda unos datos que a la larga pueden ser vitales para la resolución del caso.
«Difundir que la niña describía a un gitano no es nada racista, ni xenófobo ni nada parecido… es un dato que puede resultar muy importante de cara a que un testigo haya visto algo que hasta ahora no consideraba importante», explican a ESdiario. De hecho, la Guardia Civil está recabando toda la información posible y ha interrogado ya a todo el entorno de la joven y a casi todas las personas que estuvieron de algún modo u otro presentes en las celebraciones.