Tras la primera jornada de declaración de los testigos en el juicio en el Supremo por los acontecimientos acaecidos antes, durante y después del 1 de octubre de 2017, los independentistas han mantenido íntegro el guión de señalar todo lo que se les ocurra para intentar desprestigiar el juicio, como si estuvieran en un mundo paralelo, porque mientras todos los cronistas ven a una presidencia de la Sala que trata de ser lo más garantista y respetuosa con los acusados, en TV3 presentan al juez Marchena como una especie de ogro que no permite a Joan Tardá hablar en catalán.
En ‘Está Passant’ se mofaban de Marchena y de su ‘colega’ Luciano Varela como si fueran seres que sentían ‘odio’ por el catalán y por eso no querían oír tal idioma en la sala (obviando que Tardá no pidió responder en catalán a todos, pidió responder en catalán únicamente a los de Vox, y el juzgado se limitó a recordarle lo que dice la ley al respecto). En ‘Mes 3/24’ deslizaban la idea de que el juez Marchena se portaba como un policía en la Sala. Pues nada, que sigan en su mundo paralelo.
Iu Forn, veterano colaborador de TV3, que está haciendo las crónicas del juicio desde Madrid para El Nacional.cat, considera que este juicio está haciendo que «la justicia española» vaya «cayendo a trozos». Con el tono amable, educado que le caracteriza, Forn escribe: «¿Si no hubo independencia, no hubo referéndum y no hubo malversación, qué cojones están haciendo en el Supremo?». Acaso Forn debería sopesar que ni su convencimiento personal, ni el de los testigos se convierto en una hecho acreditado, para eso está una cosa denominada ‘sentencia’, que será la que resolverá si hubo o no intento de disolver el Estado español.
Esther Vera, director del diario independentista ‘Ara’ y colaboradora de TV3 consideraba que el juicio estaba poniendo en evidencia a la Fiscalía del Estado: «Mucho se debería retorcer el estado de derecho español para justificar las barbaridades de las penas que piden».
Para Jordi Barbeta, otro veterano comentarista en TV3, en su día de La Vanguardia y ahora en El Nacional.cat, consideraba que tras la comparecencia de testigos había quedado exculpado de todo Joaquim Forn y que si Rajoy dice que los políticos no tienen nada que ver con lo que hagan las fuerzas de seguridad, sean mossos a guardias civiles, eso ya debe ser palabra de Dios (es curioso que los indepes valoren ahora tanto la palabra de Rajoy). Y, para que no falte nada, Barbeta no se olvidó de atacar al Rey Felipe VI por, según él, ‘replicar a las reivindicaciones democráticas’. Según Barbeta, los fiscales están siguiendo órdenes del Rey en todo esto. Se ve que como Rajoy o Pedro Sánchez no les valen como ‘malos’ para ejercer el victimismo los indepes prefieren centrarse en el Jefe del Estado español.
Los aliados buenistas
La brigada más eficaz a favor de los acusados están siendo esos aliados buenistas que TV3 y sus medios satélites se han sacado de la manga para que defiendan sus planteamientos.
El magistrado Martín Pallín intervenía en el programa de Mónica Terribas en Catalunya Radio (otra vez, es ya uno de los que más se está volcando en la defensa de los acusados) para decir que, según él, la forma de preguntar de los fiscales en el juicio era ‘un disparate’, aseguraba que los fiscales ‘intentaban construir un delito de rebelión’ que sus preguntas eran ‘mafiosas’ y que con este juicio España estaba demostrando que su democracia ‘no está asentada’.
En el diario independentista Ara escribía otra vez Javier Pérez Royo para sentenciar que no había rebelión «que se produzcan episodios ocasionales de violencia puede ser constitutivo de algún tipo delictivo, pero nunca de rebelión» (…) Y esto es lo que era objeto de los dos primeros actos del juicio y lo que ha quedado palmariamente acreditado en ellos es que no ha habido diseño alguno de alzamiento violento». (…)
Todo lo que se vea a partir de este momento es completamente irrelevante desde la perspectiva del delito de rebelión». Para Pérez Royo se pueden ahorrar el resto del juicio, él ya ha sentenciado repitiendo más menos lo mismo que decía en el mismo sector Ernesto Ekaizer.
Elisa Beni utilizaba a Mariano Rajoy para defender a los acusados argumentando que si de verdad hubiera habido un intento de golpe al Estado el 1 de octubre, además del 155, el Gobierno Rajoy debería haber intentado detenerler a los responsables ese mismo día: «La rebelión, el alzamiento violento que sólo existió para castigar a unos políticos catalanes, pero que no existió para obligar al presidente del Gobierno a detenerlos».
Al margen quedan casos como Carles Francino, que en su editorial de la Cadena SER del día de los testigos, centraba su opinión en la comparecencia de Artur Mas y Mariano Rajoy, considerando que ambos eran igual de responsables de todo lo que había ocurrido y desembocado en el desastre del 1 de octubre. Tras su comentario aseguró que no pretendía ser ‘equidistante’, es curioso que lo diga, porque para algunos Francino no ha dejado de jugar al ‘fifty-fifty’ desde que empezó toda esta movida.
Pero, volviendo a los independentistas. La única duda al respecto de la línea de argumentación de independentistas y buenistas aliados del independentismo es, si llevan semanas diciendo que en España no hay Estado de derecho y que los juicios españoles son una maldita farsa… ¿cómo es posible que ellos mismos consideren ahora que el juicio está sirviendo para demostrar una parte del planteamiento de los acusados e incluso para desmontar el delito de rebelión, y centrar la causa en desobediencia, malversación, posible sedición y demás?
¿Será que España igual no es tan fascista sí es un sistema judicial garantista que permite que se estudien por punto todas las acusaciones y que permite que los acusados tengan amplio tiempo para defender sus planteamientos, sus puntos de vista y hasta para dar mítines políticos? Pero ellos seguirán en su mundo paralelo diciendo que la justicia española ‘se cae a trozos’ en cada sesión.