El presidente del Grupo Prisa deja patidifusos a los de su empresa

Juan Luis Cebrián, con nueva novia, ‘pillado’ con Fernández Galiano en el restaurante de moda

Rumores sobre el relevo de Abril-Martorell en el Grupo PRISA

Juan Luis Cebrián, con nueva novia, 'pillado' con Fernández Galiano en el restaurante de moda
Juan Luis Cebrián. PD

Juan Luis Cebrián, el último fichaje mediático del Ejecutivo de Mariano Rajoy, se dejó ver el pasado miércoles en un almuerzo con, chantatachán, Antonio Fernández Galiano.

¿Y qué hacían el presidente de Prisa y el consejero delegado de Unidad Editorial compartiendo mesa y mantel en La Manduca de Azagra? La respuesta, como diría Joaquín Leguina, envenena los sueños de algunos, dentro y fuera de Prisa.

En plena tempestad de especulaciones y rumores con posibles fusiones, las cábalas sobre el encuentro en el restaurante de moda que frecuentan políticos, ministros y periodistas («ahora no eres nadie si no te echan de comer allí«, suele decir cierto veterano cronista) dan para todos los gustos.

El encuentro en el local de Juan Miguel Sola, el hombre de los pimientos de cristal, ha alentado preguntas. ¿Posible fichaje de Galiano por Prisa, como ha señalado El Confidencial Digital? ¿O, con las quinielas de posibles fusiones, cuestión de negocios con la posibilidad de poner en marcha una extraña y complicada operación con Marca?

Sí, en las últimas semanas, hay que repetirlo, corren todo tipo de serpientes primaverales mientras los italianos de Unidad Editorial siguen sin ver nada claro a tres meses de la defenestración de Pedrojota Ramírez, volcado en la promoción de su último libro.

Primaveral, por cierto, es el nuevo amor -sentimental, que no gubernamental- de Cebrián, como se encargó Federico Jiménez Losantos de glosar en días pasados tras atisbar al periodista-empresario con su joven novia.

Mariposas primaverales en un estómago otoñal, ya saben. El asunto, por cierto, lo había ido divulgando algún exempleado de Prisa.

Y mientras Cebrián y Galiano hablaban de sus cosas, el «duopolio«, como les han etiquetado algunos, ha lanzado su fatwa contra el Gobierno de Mariano Rajoy por aplicar la sentencia judicial de las licencias de TDT concedidas por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Las relaciones con Planeta, o sea, con José Manuel Lara, no atraviesan su mejor momento. Y eso que el empresario pasaba por ser la referencia mediática más cercana a La Moncloa, donde algunos recuerdan el favor de tirar un informe de Competencia a la papelera para autorizar la fusión Antena 3-La Sexta.

Mientras, Lara habla de pluralidad -rentable, claro- y sus cadenas señalan, en anuncios, que el Gobierno les obliga a cerrar canales.

Una acusación, por cierto, en la que la Mediaset de Paolo Vasile también ha entrado en liza y, fiel al estilo de sus cadenas, ha dado un paso más allá.

El spot de Mediaset, en dibujos animados, muestra a un coche negro, de alta gama y con pirulo azul, fácil de identificar como un vehículo oficial, atropellando a una familia feliz donde la peor parte se la llevan los canales del grupo que tienen que echar el cierre.

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Claro que en todo este pitote lo que de verdad ha llamado la atención ha sido el repentino interés de ciertas entidades bancarias por reclamarle la deuda a Planeta.

A este paso, ríanse ustedes de Juego de Tronos y sus bodas…

 

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