El atentado brutal sobre Barcelona ha cambiado algo en el sentir de muchos españoles. «Después de tantos años, el kilómetro sentimental era esto», decía Arcadi Espada en ‘El Mundo’. El brutal párrafo de Arcadi Espada explicando el sentir de miles de catalanes ante la barbarie de los malnacidos.
Y no le falta razón al columnista, y es que son bastantes los generadores de opinión en España que después de observar la masacre en Barcelona han afianzado su idea de que sólo con flores no se va a ganar al terror ni al yihadismo de estos malnacidos. Y todo, a pesar de que no es nada bien recibido por otra buena parte de la sociedad hablar de defenderse y derrotar al enemigo.
Arturo Pérez Reverte lo repite: «Es la guerra Santa, idiotas», y después de tocarnos a nosotros en España, esa concepción ha ido ganando adeptos. Arturo Pérez-Reverte: «Es la guerra santa, idiotas».
La periodista Isabel San Sebastián ‘cogió su fusil’ rápidamente en Twitter. Isabel San Sebastián no quiere responder al terror con flores: «Es una guerra ¡A ganar!»:
Ya os echamos de aquí una vez y volveremos a hacerlo. España será occidental, libre y democrática. Veo que hay mucho bienpensante más preocupado por una inexistente «islamofobia» que por el islamismo asesino. Yo no. Es una guerra, ¡A ganar!
Gabriel Albiac fue otro que ya escribió sobre la guerra cuando los atentados en Francia. Para los que aún no se han enterado: «No es terrorismo, es guerra, una guerra a muerte e intemporal»:
No es terrorismo. Es guerra. Ya está bien de eufemismos. Que llevan al desastre. Sólo. Es una guerra, en la que el parapeto fronterizo del Mediterráneo se ha disuelto. Es una guerra que está aquí, en todos y cada uno de los países de una Europa fuertemente islamizada (…) una guerra de religión, conforme a las reglas de sumisión que atan al musulmán a un Alá cuyos mandatos constituyen la única ley mundana.
Y otros periodistas con acceso directo a micrófonos, como Ángel Expósito, se acercan más al pragmatismo de pedir una aumento del presupuesto para Seguridad y Defensa, porque esto va para largo y requiere dinero e inversión. Expósito se pone práctico: «¿Alguien duda de que hay que aumentar gasto en Defensa y Seguridad?»
Incluso alguien alejado únicamente de la opinión y más ligada a la actualidad política -aunque ahora retirada-, Rosa Díez, se quejaba en un artículo con sintomático título de que «llorar no es suficiente». Rosa Díez aniquila al «sinvergüenza y miserable» Otegi por su penoso mensaje de apoyo a las víctimas de Barcelona:
La unidad de los demócratas solo puede tener un objetivo: derrotar al terrorismo. Derrotar, no es comprender; derrotar, no es dialogar; derrotarles es acabar con ellos.
VERSTRYNGE, EL CHAMÁN PODEMITA QUE PIDIÓ «GUERRA BRUTAL»
El siempre controvertido Jorge Verstrynge, chamán podemita pero verso libre a veces con sentido y a veces trasnochado, se desmarcó por completo de la progresía bonachona de devolver besos y flores a los terroristas. Fue tras los atentados en Francia de 2015 y pidió hacer «la guerra con rapidez y hasta brutalidad». Ojo a la recomendación de Verstrynge: «Hay que hacer la guerra con rapidez y hasta brutalidad»:
«Una vez que la guerra está decidida, hay que hacerla con toda la rapidez, velocidad y fuerza disponible. Yo diría hasta brutalidad. Primero porque hay medios para hacerla; los occidentales no van a intentar no ir al suelo, pero si es imprescindible no tendrán más remedio, porque esta guerra no puede terminar en una especie de empate, tiene que terminar en la desaparición de Daesh. ¿Por qué digo brutalidad y rapidez?»