La situación en la que está en México tras el terremoto es muy desgarradora. Personas muertas, y casas destruidas, junto a la gran cantidad de réplicas es el pan de cada día. Sin embargo, hay un pequeño niño que ha podido sacarle una sonrisa a todo el pueblo azteca.
Resulta que un menor se hizo presente en una zona donde hay muchos rescatistas y al ver esta escena se puso a repartir los caramelos que tenía dentro de una bolsa negra. El gesto fue muy bien recibido por la gente presente allí y el niñito se mostraba muy feliz haciendo eso, según recoge El Popular.
Esta acción ha llamado la atención de muchas personas en todo el mundo y gracias al pequeño se ha encendido nuevamente la luz de esperanza para todo el pueblo mexicano que ha sufrido esta terrible catástrofe el pasado martes.
Se calcula que unas 3 mil viviendas han quedado totalmente destruidas y todas las familias afectadas tendrán que sufrir bastante para construir un nuevo hogar.