Curtido como corresponsal en muchas guerras como corresponsal de RTVE, Arturo Pérez-Reverte está de vuelta de todo.
O tal vez no, a tenor de la historia que el académico de la RAE ha escrito en su timeline de Twitter y que, de paso, poner sobreaviso a otras personas que puedan enfrentarse a una situación como la vivida por el egregio escritor.
Y es que Arturo Pérez-Reverte pudo haber sido víctima del llamado ‘hurto cariñoso’, una técnica que consiste en asaltar a la víctima de turno con preguntas cuando menos desconcertantes e intentar finalmente establecer contacto físico con la misma para, en un descuido, trincar lo primero que se pueda, la cartera, el reloj o el teléfono.
Así relataba el literato lo sucedido:
Lo que voy a contarles me ha ocurrido hoy, hace sólo cincuenta minutos. Y voy a contarlo porque tal vez sea de utilidad para alguien. O tal vez no.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) August 15, 2020
Dando un paseo cerca de mi casa hablo por teléfono con mi amigo Edu Galán. Se acerca una mujer joven con mascarilla e interrumpe la conversación. Dice que busca trabajo como empleada de hogar, y si conozco a alguien a quien interese. Respondo que no.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) August 15, 2020
Me dice que es portuguesa (no creo identificar ese acento, sino uno del este de Europa) e insiste mucho. Cuando le repito que no conozco a nadie que necesite empleada de hogar, me pregunta, literalmente: «¿Y tienes algún amigo al que le interese hacer el amor?».
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) August 15, 2020
Respondo que tampoco tengo amigos así y hago ademán de irme. Me agarra por un brazo e insiste: «¿De verdad no conoces a nadie?». Doy un tirón y libero mi brazo mientras me pregunto cómo habrá llegado hasta aquí (afueras de Madrid): si sola o si la habrá traído alguien.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) August 15, 2020
Vuelve a agarrarme por el brazo. Aunque llevé una vida agitada, me siento indefenso. Ni siquiera me atrevo a zafarme con brusquedad. A esa joven le bastaría con ir a la Guardia Civil y decir cualquier cosa, y yo pasaría esta noche en un calabozo, por lo menos. Eso, de momento.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) August 15, 2020
Libero al fin mi brazo, me alejo, vuelvo a telefonear a Edu y se lo cuento. «Acojonado me tenía» le digo. «Lo que viene de camino y el paisaje que nos espera van a ser de órdago», añado. Y Edu me dice que sí, que en efecto. Que van a ser de órdago.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) August 15, 2020