Al mentiroso líder del PSOE, al vicepresidente del moño, al marrullero Monedero y compinches les ha salido en las redes sociales un enemigo temible.
Se hace llamar Liusivaya, es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense, tiene 26 años y como subtítulo en su perfil escribe algo tan sonoro como FINA DE COJONES?? En mayúsculas. No decepciona.
Nació en Rusia, desde 2012 reside en España, país que asume fervorosamente como suyo, y en su ultima entrega en redes sociales sacude a Irene Montero una mano de palos monumental.
Una paliza antológica, que merece la pena ver y escuchar:
?Arde Barcelona invadida por los disturbios – Ada Colau en vez de condenar rotundamente la violencia, insiste en indultar a Pablo Hasel.
?Sufre amenazas Carmen Calvo acosada por cuestionar la Ley Trans – Irene Montero en vez de apoyar el #YoConCarmenCalvo, guarda silencio.
??♀️ pic.twitter.com/QsEJg9Q17j
— liusivaya (@liusivaya) February 20, 2021
Transcurrido más de un año de la toma de posesión de Irene Montero como ministra de Igualdad, la consorte del vicepresidente del moño suman un verdadero rosario de encontronazos, resbalones, pufos y declaraciones fallidas.
No ha dado una. La penúltima pifia fue lo de la alto cargo podemita pagada con dinero público que usa como niñera. La última, de momento, su incapacidad para articular con sensatez una ley ‘trans’ y -como subraya Luisivaya- su silencio abyecto cuando se agrede a una mujer, en este caso policía de la UIP, en las calles de Madrid.
Con la Ley LGTBI y la Ley Trans, cuyos anteproyectos ya están en consulta pública, Montero ha roto el consenso en el movimiento, la han enfrentado a las feministas socialistas y han llevado a la ministra consorte a pedir unidad entre lágrimas en un acto de su propio ministerio.
Las clásicas acusan a Montero y a esta ley de borrar a las mujeres al establece la «autodeterminación de género», es decir, que cualquier persona que se sienta mujer tenga que ser considerada como tal en todos los niveles.
Estos grupos denuncian que esto permitiría a un hombre que dice sentirse mujer entrar en los baños femeninos o en vestuarios, se supone zonas seguras para las mujeres.
Lo de la mujer policía clama al cielo, como denuncia Luisivaya.
El pasado miércoles, por la noche, media docena de agentes fueron rodeados en el centro de Madrid por varios manifestantes violentos y organizados que prepararon una emboscada en toda regla.
La mujer policía del grupo fue la peor parada. Primero fue pateada por un encapuchado y tras hacerle perder el equilibrio recibió una lluvia de golpes en el suelo.
Se recupera de las contusiones mientras sus compañeros denuncian que la estrategia policial contra este tipo de violencia es insuficiente.
A la misma hora que Pablo Echenique mostraba todo su apoyo, solidaridad y comprensión a los que estaban quemando las calles de Madrid y Barcelona, atacando comercios particulares y destruyendo mobiliario urbano cientos de agentes de Policía en Madrid y de mossos en Cataluña no sabían todavía si acabarían la noche en sus casas o en el hospital.
Los violentos que atacaron a la mujer-policia sólo vieron un uniforme, pero la agente tiene un perfil y brillante.
Se trata ni más ni menos que la oficial al mando del grupo, y por eso estaba justo a retaguardia cuando fue agredida.
Ingresó en el cuerpo en 2007 y antes de llegar a la Unidad de Prevención y Reacción estuvo destinada en Seguridad Ciudadana y Policía Judicial.
Tiene 40 años y sobre ella, Irene Montero no ha dicho ni palabra.