El titular de esta edición de ‘La Segunda Dosis’ es fuerte, pero para qué nos vamos a andar con rodeos: ‘Pedro Sánchez nos roba’.
Y de diferentes maneras.
Vaya por delante, que el dinero público es nuestro y no del Gobierno o de nadie, como sostenía la vicepresidenta Carmen Calvo.
Todo, incluyendo los fondos europeos, sale de nuestro bolsillo en forma de impuestos.
Unas veces, como estos días, vía declaración de la Renta, otras –como pasa con el IVA, el IBI y multiples tasas- en forma de liquidación obligatoria y siempre camuflado en el recibo de la luz, el precio de la gasolina o cuando compramos algo o montamos cualquier cosa.
Somos nosotros, los sufridos contribuyentes, los que financiamos desde el jamón que se zampará este verano en Doñana el socialista Sánchez, hasta el queroseno del Falcón, pasando por las tablets de los diputados a sus teléfonos móviles.
Por pagar, pagamos hasta sus asesores, que son legión y que, según lo que publicamos en Periodista Digital han aumentado un 25 % en los últimos meses.
Con Sánchez, la politización de la Administración ha alcanzado cotas nunca vistas.
Cotejando cifras, nos sale que han metido en nómina la friolera de 746 paniaguados del PSOE y de Podemos, colocados a dedo en puestos de responsabilidad.
Cierto que quien no coloca a sus parientes y amigos no tiene corazón, pero es que Sánchez quiere ahora que hasta seamos también nosotros quienes paguemos los millones que malversaron los golpistas catalanes.
Y bajando a traición las pensiones.
