LA SEGUNDA DOSIS

«Los progres españoles y las listas de la indecencia»

El titular de ‘La Segunda Dosis’ de hoy puede inducir a la confusión, pero no se me extravíen.

Esto no va de rankings, catálogos o reyes godos. Ni siquiera sobre películas magistrales como ‘La lista de Schindler’.

Esto va de ignominia, oprobio, infamia y desvergüenza.

Porque hay que tener mucha caradura y muy pocos principios para gritar lo que hemos escuchado en el centro de Madrid y sobre todo, para jalearlo y darle aire en redes sociales y medios de comunicación, intentando sacar rédito político.

El eslogan, el cántico, el ripio a fin de cuentas, coreado por los mamarrachos de extrema izquierda que se manifestaron en la Puerta del Sol contra el homicidio de Samuel, el  chaval gallego muerto a golpes ante una discoteca de La Coruña, fue:

“Ayuso, fascista, estás en nuestra lista”

Y la pregunta es inmediata:

  • ¿En qué lista está Isabel Díaz Ayuso?
  • ¿En la de los candidatos a la cheka, si los que la insultan tuvieran ocasión de volverlas a montar en Madrid como hicieron hace 80 años?
  • ¿En la de los que hay que eliminar, cuando llegue el momento?

Uno entiende que una panda de tarados, adictos al botellón y pasados de humo, correteen como pollos sin cabeza a 600 kilómetros del lugar del homicidio, rompiendo mobiliario urbano e insultando a la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Lo que no tiene un pase y es delictivo, además de inmoral, es que dirigentes políticos como el inefable Monedero, el que traía maletines con fajos de dólares manchados de sangre de la dictadura chavista, el que fundó Podemos con su compinche Pablo Iglesias, el que contratan como tertuliano las cadenas de televisión y acusan de sobón sus exalumnas, azuce y espolee esta insensatez desde su perfil de Twitter, mientras se atiborra de calamares y gambas en un chiringuito de Jávea.

No han sido sólo Isabel Díaz Ayuso o el alcalde Martínez Almeida los señalados por esta tropa infumable.

Tampoco Santiago Abascal o los votantes de VOX.

Los secuaces a Monedero, la ministra Montero y el felón Sánchez, hasta apuntan a Max Luiz, el padre de Samuel, por pedir en público que nadie utilice políticamente la muerte de su hijo.

No voy a repetir aquí algunos de los epítetos y descalificaciones que le han dedicado, porque son tan soeces como vomitivos, pero los pueden leer en nuestra web, si tienen estómago para ello.

De todas formas y como para muestra sirve un botón, ya les digo que lo más suave que han dedicado a ese hombre que se ha quedado sin hijo son frases del tipo “El padre se puede meter sus opiniones por donde le quepan”, “menudo gilipollas”, “el padre me la suda bastante” o “lo que tendría que aguantar en casa el chaval también”.

Y no pasa nada, aunque quizá debería pasar y en los juzgados.

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Los vídeos más vistos

Lo más leído