El reciente boicot a Macarena Olona es el último ataque en espacios universitarios por parte de la izquierda a todos los que representan una postura crítica.
Los ‘progres’ han convertido lo que debería ser un espacio seguro y respetuoso para discutir posturas encontradas en un campo de batalla en el que todo el que disienta del ‘pensamiento único’ es acosado y hasta atacado físicamente.
Es conocido que la izquierda dedica gran parte de su maquinaria a apropiarse de las universidades y a colocar a sus ‘fichas’ como representantes estudiantiles que movilizan a los alumnos para realizar diversos actos proselitistas. Muestra de ello, son los distintos ataques a figuras contrarias a su ideología que acuden a esos espacios como invitados de algún foro o encuentro, y los eventos, saboteados.
Desde Periodista Digital hemos querido recordar distintos boicots realizados por militantes estudiantiles, que al mejor estilo de las Juventudes Hitlerianas cargan contra los que consideran ‘enemigos’; no solo con insultos como el clásico -y ya desgastado- ‘facha’, sino llegando incluso a las agresiones físicas.
En 2008, Rosa Díez sufrió un escrache en la facultad de Ciencias Políticas de la Complutense, con la colaboración de Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias, los radicales arengaron “fuera fascistas de la universidad” para acosarla.
Dos años después, la líder de UPyD, volvió a sufrir un boicot en el que participaron Iglesias e Íñigo Errejón. En esta oportunidad, la catalogaron como alguien “despreciable, clientelar y oportunista».
En 2019, la candidata del Partido Popular por Barcelona al Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, sufrió persecución ideológica en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde estaba previsto el acto «‘S’ha acabat! Ante los nacionalismos y populismos, ¡Europa!».
“No es una situación normal, no forma parte de la normalidad tener que acudir a una universidad pública, en una gran democracia europea y encontrarnos con el espectáculo dantesco de jóvenes niñatos totalitarios, pijos, reaccionarios, consentidos que pretenden secuestrar esta universidad”, comentó sobre el acoso de los radicales de izquierda.
Escrache a Cifuentes, uno de los más recordados
Fuera del mundo académico, uno de los escraches más recordados es el que sufrió la entonces delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en el año 2012 por parte de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
La exdirigente popular fue increpada mientras se dirigía a su domicilio por varios miembros de la PAH, que en plena calle, le gritaron improperios al oído y hasta le escupieron, como señaló posteriormente, la misma Ciufentes.
La también expresidenta de la Comunidad de Madrid, confesó que su hijo presenció el acoso desde el balcón de su casa.
Quien siembra vientos…
Los que les encanta venderse como demócratas y ‘defensores del pueblo’ son los primeros en atacar al pensamiento crítico. “Los escraches son el jarabe democrático de los de abajo a los de arriba”, así justificaba Pablo Iglesias y Podemos el acoso a figuras políticas que no comparten su ideología.
El mismo Iglesias, uno de los principales impulsores de los acosos a personajes públicos, recibió una cucharada de su propia medicina el 4 de marzo de 2020.
En el mismo escenario en el que Iglesias y sus compinches de Podemos boicotearon a Rosa Díez, haciéndole imposible con amenazas y gritos hablar o debatir, un grupo de estudiantes ha abroncado al líder de Podemos y ahora vicepresidente del Gobierno socialcomunista.
