Le ha pillado con el carrito del helado.
El periodista Graciano Palomo analiza en ‘La Segunda Dosis’ (Periodista Digital) el asalto al Tribunal Constitucional por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, así como la realidad que se esconde tras este golpe a la democracia.
Para el periodista resulta más que palpable que la decisión del TC ha dejado fuera del juego al inquilino de La Moncloa:
Vamos a ver cómo encaja Sánchez esta derrota más que evidente. Si analizas sin mucho fervor, el que manda en los grandes asuntos del Gobierno es Iglesias y ya anunció ayer que la tentación de adelantar las elecciones es más que una probabilidad. Por eso creo que Sánchez ha quedado muy desguarecido.
Palomo explica que Sánchez y la izquierda que le apoya entienden que la Constitución debe someterse a esa mayoría variopinta que conforman PSOE, Podemos y partidos golpistas:
La concepción parlamentaria que tiene el populismo de izquierdas es que una mayoría parlamentaria lo puede todo. ¡Oiga, que no, que una mayoría parlamentaria tan variopinta como la que padecemos puede decir que no existe la Teoría de la Gravedad o que no existió Suárez o que Ronald Reagan llegó a la Presidencia de los Estados Unidos con solo 20 años!
Las mayorías parlamentarias tienen que someterse a la Constitución como norma fundamental del Estado y yo creo que ahí también van a chocar. Ahí a Sánchez se le abre otro frente porque no hay que olvidar que Europa está ojo avizor con lo que sucede con estos asuntos. Pudiera parecer que no, pero es que sí.
La dependencia de ERC
Aclara que es relevante el alto que el TC le ha dado a Sánchez, puesto que era el último escollo que le quedaba a un político que tiene prácticamente todo el poder en su mano:
Todo esto tiene una trascendencia mayor, sin olvidar que el gran ‘conducator’ de La Moncloa sigue teniendo todo el poder en sus manos. Y cuando digo todo, es todo, menos el Tribunal Constitucional.
Entiende que Sánchez hace todo esto por encargo de sus ‘caseros’ de legislatura:
¿Por qué Sánchez se mete en este carajal? Lo hace porque cree que después de las elecciones generales esa mayoría variopinta de la que disfruta puede editarse de nuevo y para ello necesita a ERC y si es posible con el señor Oriol Junqueras al frente del Gobierno de Cataluña. Eso para Sánchez sería mucho mejor. Entonces va a ir a una consulta, eso es evidente, aunque yo prefiero llamarle referéndum, y aunque no sea decisivo ya marcas un proceso de no retorno.
Por ello, recalca, el presidente del Gobierno busca un Constitucional dócil que no le eche para atrás sus derivas autoritarias:
Y para eso necesita un Tribunal Constitucional que no le saque los colores todos los días y permita realizar esa consulta-referéndum. Esta es la cuestión, no porque le importe un carajo el Tribunal Constitucional. Le importa un rábano. Él se considera que está legitimado con esa mayoría parlamentaria para hacer lo que le dé la gana. Pero el Tribunal Constitucional le ha dicho que no y que no se hará mientras esté de guardia.