EL REPASO

Alfonso Rojo: «Las fugas del ‘Sí es Sí’, la Ley Trans, Pumpido y el horror del espeto de sardinas»

Ya hemos rebasado la cifra de los 500 delincuentes sexuales premiados por la ley ‘Si es Si’ del tándem Sánchez-Montero, para indignación de la ciudadanía española y congoja de los gurús de La Moncla, que ven asustados como las opciones electorales de la Coalición Frankenstein caen paulatinamente en las encuestas.

Cegado por ese cóctel perverso que forman la soberbia y la ignorancia, el Gobierno PSOE-Podemos sacó adelante hace cuatro meses una chapuza que está poniendo en la calle a violadores y pederastas.

Y eso lo entiende todo el mundo y molesta a todo el mundo, menos a los mamarrachos y mamarrachas que impulsaron el desatino.

Y por eso pierden votantes cada día Sánchez y sus compinches.

Pero hoy, por mucha importancia que vaya a tener en próximas elecciones, nos les quiero hablar de eso, sino algo mucho más complejo.

No se si han reparado en la paradoja de que ayer, casi a la vez, el Tribunal Constitucional -controlado por el socialista Conde Pumpido- avaló a pies juntillas la Ley del Aborto de Zapatero; la mayoría sanchista del Congreso dio vía libre a la llamada Ley de Bienestar Animal, y la facción progre del Senado aprobó la ‘Ley Trans’, por la que cualquier hombre podrá convertirse en mujer, acudiendo al Registro Civil y los chavales se hormonarán o mutilaran sin participación alguna de jueces, médicos, psicólogos o padres.

Estoy ya en esa etapa de la vida en la que por muy bien que te sientas y mucho deporte que hagas, no descartas la posibilidad de que cualquier día se te aparezca San

Pedro y te diga eso tremendo de ‘pasa gandul, que ya es hora’.

Albergo en mi interior más dudas que certezas y no soy capaz de pontificar sobre asuntos morales, con la ligereza que lo hacía antaño, pero estoy seguro de habrá un día, no lejano, en que nos echaremos las manos a la cabeza, horrorizados ante tanta ingeniería social y tal falta de humanidad.

A partir de ahora, en España -donde rezar cerca de las clínicas abortistas, que son un negocio infame, es delito- será necesario realizar un curso para cuidar un perro y se penará con dos años de cárcel matar a tu mascota.

Como no quiero ponerme trágico ni demasiado solemne, voy a despedirme comentándoles que me choca que el Gobierno Sánchez no haya incluido es su descabellada ley animal un epígrafe en defensa de la humilde sardina, porque coincidirán conmigo que eso del espeto se las trae.

Meterle un pincho por el culo y ponerla a la parrilla, vuelta y vuelta, me parece indignante para el pobre pescado.

Por sabrosa que esté asada en las brasas.

No se cómo se les puede haber pasado a Belarra y su cuadrilla.

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