Para mear y no echar gota.
Luego de una semana en la que se habló incesantemente de la patética actuación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en la final del Mundial de Fútbol, parecía que hoy se ponía el punto final a la polémica.
Sin embargo, en un giro de guión y desmintiendo a casi toda la prensa española que se hizo eco de su dimisión adelantada, el máximo representante del fútbol español ha optado por pasar al ataque, al tiempo que ha indicado que es una víctima de la cacería de brujas por parte del “falso feminismo” y anunciar querellas contra las ministras Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra y el podemita Pablo Echenique.
Lo de Rubiales es impresentable. No solo porque sus gestos durante el evento están fuera de lugar y son impropios del máximo representante del fútbol español e incluso, contravienen los mismos reglamentos internos de la RFEF, sino porque lo del de Motril viene de hace tiempo.
Los escándalos por llevar la Supercopa de España a Arabia, junto con el entonces futbolista del F.C. Barcelona, Gerard Piqué; su desprecio a las aficiones del Sevilla, Valencia y Cádiz; su falso perdón por el escándalo en la final; presuntas grabaciones a altos cargos del Gobierno, ayudas para la vivienda; la lista de las polémicas no es precisamente corta e incluso hay procesos en su contra.
Todo esto siempre fue tapado y disminuido por los socialistas. Conocido es cómo en estos años de gobierno sanchista, el propio Rubiales presumía de su relación con el Gobierno y los intereses alineados, como la organización del Mundial de Fútbol de la FIFA en 2030, son una muestra.
Sin embargo, llama la atención que sea ahora que el PSOE en pleno haya salido a desmarcarse de la figuraba que hasta hace dos telediarios, era ensalzada desde los círculos más altos de los socialistas. El mismo presidente en funciones, Pedro Sánchez, anunciaba que sus primeras disculpas eran “insuficientes” y posteriormente, han salido distintos miembros del Ejecutivo a pronunciarse en contra de un ‘hijo del PSOE’.
Por si fuera poco, y casi como si fuera de coña, este circo se monta justo cuando se cumple un año de la entrada en vigor de la chapuza legal del PSOE y Podemos, esa ley conocida como el ‘Sí es sí’ que es el mayor atentado contra las mujeres en España.
Justo hoy, hace un año, aprobamos la ley #SoloSíEsSí, que puso el consentimiento en el
centro y la garantía integral del
derecho a la libertad sexual. Una lucha histórica del feminismo. Avanzar en derechos para todas, aún con un enorme coste, merece nuestros mejores esfuerzos 💜— Irene Montero (@IreneMontero) August 25, 2023
Han pasado 365 días desde su implementación y el resultado es que más de tres delincuentes sexuales se han beneficiado a diario por la acción del “Gobierno más feminista de la historia”.
Las consecuencias que ha traído la medida estrella de la podemita Irene Montero, y apoyada y aprobada por Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, y toda la izquierda son verdaderamente nefastas. Y desde hace un año, nadie asume responsabilidades, nadie pide perdón a las mujeres que han sido revictimizadas; y por supuesto, nadie dimite.
Rubiales, como la chapuza legal del ‘Sí es sí’ es un monstruo del PSOE que teniendo todas las herramientas para actuar durante los diferentes escándalos no lo hizo. Lo hacen ahora, tanto él como toda la ‘progresía’ política y mediática bien catalogada de «falso feminismo», para sacar rédito político.
Que lo de Rubiales es impresentable, sí. Que lo de toda la izquierda que juzga y sentencia a alguien por un beso, mientras callan contra los que han beneficiado a más de mil cien delincuentes sexuales, incluido pederastas, también.
Este y otros temas de actualidad serán tratados en La Segunda Dosis de este viernes, 25 de agosto, junto a Patricia Sanz y Pedro Pedrosa.