No cambia nada.
Luego de la reunión entre el candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente en funciones, Pedro Sánchez, el tablero político sigue igual.
La jugada del popular fue proponer un acuerdo de Estado entre las dos principales fuerzas políticas de España. Esto no estaría mal si estuviéramos hablando de que esa segunda fuerza fuera un partido serio. Pero el PSOE sanchista no lo es.
Es un partido abocado a una sola cosa: mantener el poder a cualquier costo. Como señaló la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no se puede apelar de manera “bisoña” a un PSOE que ya no existe.
Desde el primer momento en que se anunció el acuerdo, en Ferraz han menospreciado al candidato popular y el mismo Sánchez mostró tanto desdén al encuentro que ni se tomó la molestia de hablar a los medios luego de la reunión. Fue la portavoz socialista Pilar Alegría la encargada de ningunear nuevamente a Feijóo, y de seguir con el relato de la ‘investidura fake’, menospreciando los procesos democráticos.
En el proceso, los socialistas se ríen no solo de los más de ocho millones de españoles que votaron por el PP. También lo hacen de los más de tres millones de votantes de VOX. Incluso, de algún votante del PSOE. Más de la mitad del país quiere un cambio y que la gobernabilidad del país no caiga en los partidos independentistas como ERC y Junts, que ni siquiera sumaron mayoría en sus regiones.
Lo preocupante es que el discurso de Feijóo es derrotista y contradictorio. Por una parte recuerda que ganó las elecciones, por la otra, que es casi una quimera que gobernará. A eso hay que sumar un discurso en el que evita posicionarse con contundencia ante los desplantes y burlas del sanchismo.
Esto ha traído como consecuencia, el desconcierto de casi todos por la ‘estrategia que está aplicando de cara al mes que resta para la sesión de investidura. Se podría especular que la jugada del candidato del Partido Popular con la propuesta de un acuerdo amplio es intentar desacreditar a Sánchez. Retratarle como alguien que prefiere a los independentistas antes que a los constitucionalistas, como bien afirmó después del encuentro.
En esto también podría caber la presunta acción de sentarse con Junts en la ronda de contactos con los partidos que conforman el Congreso. Cosa que hará con todos excepto con Bildu. Escenificar un ‘no’ a la amnistía en la cara de los secesionistas para reforzar el argumento de que a diferencia de Sánchez, no piensa vender a España para ser presidente.
El problema de estos cálculos es que dejan por fuera el ‘detalle’ de que a Pedro Sánchez no le importa nada. Si tiene que engañar, mentir, traicionar o incluso hacer todo lo contrario a lo que prometió durante la campaña, lo hace. Lleva ‘sobreviviendo’ en la política durante años.
Este y otros asuntos de actualidad serán tratados en La segunda dosis de este jueves, 31 de agosto de 2023, junto a Erik Encinas y Manuela Cañadas.