No le ha pasado desapercibido el último desplante a la prensa.
Alfonso Ussía, desde su tribuna en ‘El Debate‘, le sacude un buen zurriagazo al portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López.
Eso sí, fiel al estilo del genial escritor, el palo le es propinado con elegante ironía.
Comienza por asegurar que ya desde Comillas el socialista apuntaba maneras:
No le conozco personalmente. Sí lo he visto, con frecuencia, en Comillas cuando era, gracias a los ingenuos votos del PP, presidente –lendakari– del Gobierno vasco. Acudía con asiduidad a tomar el aperitivo a la terraza del restaurante La Rabia de los hermanos Herrera, acompañado de su mujer y amparado por cuatro ertzainas bastante fuertes. No he conocido vasco-maqueto –de ahí su insuperable complejo–, con más pinta de jebo que el lendakari López, del que cuentan que un día acudió a comer al restaurante Los Tamarises de Las Arenas de Guecho, y no le permitieron la entrada por su aspecto y sus modales.
Ussía suelta con mucha coña que Patxi López es conocedor de que su cargo como portavoz en el Cámara Baja no será eterno y que por esa razón busca una salida laboral cuando sea despedido de sus funciones parlamentarias:
No obstante, acumulo noticias de su evolución social. Sabe que su cargo de portavoz de Sánchez no entra en el concepto de la eternidad, y que algún día, dejará de serlo. Y como es precavido y emprendedor, ha resuelto su porvenir. Me dicen que se ha propuesto fundar una academia de buenos modales en Bilbao. La ‘Academia de la Elegancia Pachi López’, y que ha ofrecido al actual ministro de Transportes y anterior alcalde de Valladolid, Óscar Puente, el cargo de jefe de estudios.
Le propone contar con unos alumnos ‘ideales’ para esa futura academia:
Y esa condición tiene que aprovecharla, abarrotando de alumnos procedentes de la ETA y la ‘kale borroka’ su ‘Academia de la Elegancia Pachi López’, que establecerá un antes y un después en el comportamiento de la juventud que vota a Bildu y homenajea a los criminales etarras cuando éstos, antes de lo que les corresponde, retornan a sus hogares.
Como muestra de sus ‘buenos’ modales, el columnista rememora un reciente cara a cara de López con un socialista:
Con sus palabras fluidas y serenas, así le ha respondido a un conocido periodista que le preguntó por la benevolencia que dispensa Sánchez a los terroristas de la ETA. «Estoy bastante harto de este asunto. ETA desapareció de nuestras vidas hace más de 12 años». Adviertan la elegancia en el matiz. No respondió que estaba hasta los dídimos de este asunto, ni muy harto, ni hartísimo, ni hasta la punta del pirulí… Dijo que estaba bastante harto, es decir, una hartura con medida, una hartura rebosada de distinción y elegancia.
Remacha Ussía asegurando que él se apuntará a los cursos que imparta el portavoz parlamentario del PSOE:
Deseo, y lo escribo de corazón, la urgente inauguración de la ‘Academia de la Elegancia Pachi López’. Y lo repito. La repetición en el presente caso no responde a la falta de ideas, sino a la constatación de un acontecimiento memorable. Creo que se equivoca con Puente, que no ha evolucionado como él. Pero a su lado, es muy probable que Puente adquiera la educación que no trajo de su casa. Me apuntaré al primer curso académico.