Una pifia de la Justicia española permitió que Karim Bouyakhrichan, cabecilla de la mafia de Marruecos e investigado por amenazar de muerte a la heredera al trono de Países Bajos, la princesa Amalia, huyese de España.
Este tema es tratado por Carlos Cuesta, Director adjunto de Libertad Digital, en su participación en La Segunda Dosis.
El periodista señala que el cabecilla de la conocida como ‘Mocro Maffia‘, la mafia de Marruecos, fue detenido en la localidad malacitana de Marbella, cuando se entregó a las autoridades a principios de 2024.
“Antes de ir a la culpa, hay que hablar de responsabilidad. Si depende de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, la responsabilidad es de un señor llamado Fernando Grande-Marlaska, es una responsabilidad objetiva, eso no tiene discusión”.
Cuesta reflexiona sobre el hecho de que este tipo de irregularidades empiezan a ser habituales y que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está convirtiendo al país en un “Estado gamberro, un Estado en el que no te puedes fiar”. En este sentido, ha recordado el caso del ‘Pollo’ Carvajal, exjefe de inteligencia del Régimen de Hugo Chávez que también se fugó.
“Siempre acaba ocurriendo con los países con los que tenemos algún tipo de relación extraña. En el caso de Venezuela sobran explicaciones. En ese momento, Sánchez dependía de los votos de Podemos. Ahora ocurre algo muy parecido con Marruecos al que le hemos regalado el control del Sahara, ¿cuando fue? Justo después del caso Pegasus”.
El periodista ha recordado el largo listado de cesiones y llega a la conclusión de quién es el culpable:
“Ante la falta de respuestas del Gobierno, ante el silencio ante todos estos temas de transparencia, en las sesiones de control, por elucubración tenemos que unir las dependencias de Pedro Sánchez con estas fugas y no me queda más remedio que pensar en él como el culpable”.