Una dimisión con truco.
Alfonso Ussía, en ‘El Debate‘, se pitorrea como nunca de la renuncia de Yolanda Díaz de todos sus cargos de responsabilidad en Sumar.
El columnista destaca que la trayectoria política de la gallega de Fene (La Coruña) ha sido sinónimo de escalar a costa de los demás:
Después de conseguir escalar en la política gallega gracias al energúmeno de Beirás, y engañar a Iglesias y conseguir que Sánchez el de la Gómez la hiciera vicepresidente del Gobierno de España, la de Fene se puso rubia, rubialesca por sus besos, y se vistió de Prada. Además de su importante salario y sus gastos pagados en viajes, representaciones y aviones Falcon, se instaló en un humilde piso madrileño propiedad del Estado de 450 metros cuadrados. Traicionó a Podemos y fundó Sumar, que me da la risa. Cinco fracasos electorales, uno detrás del otro.
Por supuesto, resalta Ussía, su dimisión es controlada, sabiendo perfectamente a qué cosas renunciaba:
La ‘Internacional del Odio’ ha terminado con ella. Y con nobleza, antes de que la expulsen, ha dimitido. Pero parcialmente. Se ha marchado de Sumar, pero mantiene su armario, sus peluqueras, sus cabellos rubios, su mala pinta, su cargo de vicepresidenta, su piso, su coche oficial, sus escoltas y su importante salario. Es decir, que la ‘Internacional del Odio’ está siendo con ella generosísima. Eso sí, ha dejado más cadáveres –en sentido figurado, claro está–, en las cunetas que su colega en las ideas –en sentido histórico– apodado El Campesino, del que recomiendo la lectura de sus Memorias en su estancia en la URSS de Stalin y La Pasionaria.

Nuestra pijilla, de la que Mayte Alcaraz destaca su verborrea de celofán y su dominio de la cochambre podemita, ha dimitido de muy poco. Sumar no es nada. Dimitir de la nada es una metáfora. Sigue en el palmito. La Ignorancia viste de Prada. Y seguirá vistiendo de Prada hasta que se rompa la goma. La Internacional del cinismo y el postureo, es la que manda.
Y cree que, al final, Yolanda Díaz acabará metida de lleno en la directiva de la CEOE:
Pero en unos meses, de nuevo morena y en vaqueros. De marca, claro. Terminará en la directiva de la CEOE. Eso, la ranura de luz en la oscuridad intelectual. Lo que en España se dice el enchufe.

