Aquí el único fango es el que aún está por las calles de varios municipios de Valencia.
Porque lo que Pedro Sánchez llamaba «máquina del ídem» es algo que solo estaba en su cabeza.
La realidad es así de tozuda y el peso de las pruebas publicadas por los medios de comunicación es irrebatible.
Por ejemplo, la información que firman este 18 de noviembre de 2024 Javier Chicote e Isabel Vega en el diario ‘ABC‘ resulta demoledora.
Y es que ya no hay manera posible de ocultar que Cristina Álvarez, la alto cargo de Moncloa, directora de programas en la Secretaría General de Presidencia del Gobierno, trabajó para los negocios privados de Begoña Gómez.
La asesora de La Moncloa acompañó durante los últimos años a Begoña Gómez en sus actividades en la Universidad Complutense de Madrid, en la que dirigió una cátedra extraordinaria y codirigió dos másteres pese a carecer de titulación superior oficial. Cristina Álvarez no sólo pidió dinero a empresas para las iniciativas privadas de la mujer del presidente, como acreditan los correos electrónicos entregados a la causa que instruye el juez Juan Carlos Peinado, sino que también trabajó en el día a día de las actividades académicas de Begoña Gómez.
Así lo acredita un mensaje de WhatsApp que la asesora de Presidencia envió a Juan Carlos Doadrio, quien era vicerrector de Relaciones Institucionales de la Complutense cuando la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva (TSC) se puso en marcha, en octubre de 2020:
Hola Juan Carlos para el tema de la propiedad intelectual de la plataforma de medición que se va a hacer con otri Ucm y que te comenté incorporarte junto a Ruano y bg. Necesito estos datos tuyos.
La subordinada de Félix Bolaños estaba hablando, precisamente, del polémico ‘software’ de la UCM que el juez Peinado investiga como apropiación indebida y que sigue sin aparecer. En el mensaje, Álvarez cita a Begoña Gómez, mediante la abreviatura ‘bg’, además de al profesor José Manuel Ruano, quien la Complutense puso como codirector de la cátedra, ya que él sí cumple con los criterios académicos exigidos.
El mensaje lleva adjuntas dos fotos de un documento en el que figuran los datos del vicerrector Doadrio que la esposa de Sánchez necesitaba para la puesta en marcha de la plataforma.
Además, tal y como avanza ‘OkDiario‘, la relación entre Begoña Gómez y Cristina Álvarez viene de lejos.
Hay fotografías y vídeos de la moción de censura de junio de 2018 donde se puede ver a la asesora de Moncloa junto a la mujer de Pedro Sánchez en la tribuna de invitados. Se ve cómo Begoña Gómez se emocionó al borde de las lágrimas y Cristina Álvarez la consolaba.
A las pocas semanas Álvarez entró en el organigrama de Moncloa y, en lugar de trabajar para asuntos del interés general de todos los españoles, dedicó su tiempo a los negocios privados de la esposa del también jefe del PSOE.
Y es que Begoña Gómez fue durante casi 10 años jefa de Cristina Álvarez en Inmark, la empresa de telemarketing para recaudar fondos para organizaciones no gubernamentales. En esa etapa, Pedro Sánchez también trabajó para ese grupo aunque lo oculta en sus biografías oficiales. Se trataba de una compañía que condenaba a la precariedad a sus captadores de fondos, habitualmente jóvenes inexpertos que tenían que recoger datos personales en la calle.
Tras la llegada del PSOE al Palacio de La Moncloa, después de la moción de censura a Mariano Rajoy que justificaban por el estallido de casos de corrupción, Pedro Sánchez fichó a la amiga de su mujer para Presidencia del Gobierno.
