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Un escándalo por día.
Así se está viviendo la legislatura de Pedro Sánchez, que intenta sobrevivir a lo más álgido de su gobierno encapillado.
Por si no fuese suficiente con los Aldama, Ábalos, Koldo y Begoña, ahora le crece un nuevo enano al presidente: Juan Lobato.
Un servidor que hacía todo lo que su amo le mandaba hasta que, al parecer, se negó a pringarse de primeras en la filtración de los datos del novio de Isabel Díaz Ayuso como parte de la operación de acoso y derribo que desde Moncloa y Ferraz impulsan desde hace tiempo contra la popular.
Pero no ha salido bien parado Lobato. A medio camino, dudó entre la ser honrado y conservar el puesto. Eligió lo segundo, y ahora ha quedado mal para el gobierno y su partido, que lo consideran un traidor; y con sus votantes, que lo ven como un cobarde y corrupto.
Sin embargo, en su intento por protegerse las espaldas yendo a un notario para dejar constancia de que él no filtró la información sobre la pareja de Ayuso, el líder del PSOE madrileño retrata la mafia socialista: no se fía de sus compañeros y está seguro que la información viene de la Fiscalía.
Lobato ha muerto políticamente pero podría llevarse por delante al fiscal general, Álvaro García Ortiz y a Pedro Sánchez cuando declare ante el juez.
Este y otros asuntos de actualidad son tratados por Alfonso Rojo en el ‘24×7‘ de este martes, 26 de noviembre.