Pedro Sánchez no tiene límites, siempre es bueno recordarlo.
El marido de Begoña se encuentra acorralado judicial y políticamente.
El procesamiento de su hermano, la situación de su mujer y el caso de sus dos ex secretarios de Organización del PSOE y antiguas manos derechas. Y lo que aún falta por salir.
En lo político, la cosa no mejora. Con una debilidad parlamentaria manifiesta desde el primer día de esta legislatura fallida y con dos de sus socios de conveniencia, Junts y Podemos, pensando en reventarla por sus intereses particulares, el panorama está muy complicado.
En medio, Sánchez ha recurrido al conflicto en Gaza como una cortina de humo ideal, porque es una causa que aglutina y unifica, especialmente entre la izquierda. Y, con el cierto éxito que ha tenido, ha profundizado tomando una medida tan irresponsable como peligrosa para todo el país: enviar un buque de la Armada de escolta para la no menos irresponsable “Flotilla”.
La acción puede abocarnos a la guerra si, por alguna razón, la nave se viera involucrada en el conflicto. Y eso es justamente lo que espera Sánchez para poder distraer de la corrupción que enfanga a su Ejecutivo, su partido y su círculo íntimo.
Rebeca Crespo repasa este y otros temas de actualidad en La Frontera de este jueves, 25 de septiembre.