El Kremlin parece no querer esclarecer las causas de la muerte de la informadora.
Ayer se cumplían justo tres años desde que la periodista rusa Anna Politkóvskaya falleciera tras ser tiroteada en el ascensor de su domicilio y en muchos lugares se decidieron a homenajear su figura y su labor como profesional de la información.
Decenas de personas se concentraron en la estación de metro Chistie Prudí de la ciudad moscovita para recordarla y denunciar el poco compromiso del Kremlin para esclarecer los detalles de su muerte. Según informan las agencias soviéticas, las autoridades limitaron la asistencia a 350 personas, aunque muchos cientos más se concentraron en los alrededores. Los homenajes se repitieron en otras ciudades rusas y capitales europeas.
Dmitri Murátov, director de la revista Nóvaya Gazeta, donde trabajaba Anna, critica las extrañas circunstancias que se han sucedido en la investigación:
“Me pregunto cómo al sospechoso de ser el asesino a sueldo le pudieron expedir un pasaporte para abandonar el país cuando era objeto de búsqueda y captura”.
Boris Nemtsov, dirigente opositor liberal, aprovechó la jornada para criticar al Gobierno ruso por su falta de interés en el caso.
“El Kremlin odia profundamente odia profundamente la libertad y a los periodistas libres, teme a la oposición y a sus ciudadanos. El mejor recuerdo para Anna sería que tarde o temprano sean encontrados quienes encargaron el asesinato y que logremos acabar con la censura».
UNA PROFESIONAL COMPROMETIDA
Politkóvskaya arremetía en sus artículos frecuentemente contra Ramzan Kadirov, primer ministro chechén y sus vejaciones a la población civil. De hecho, su muerte se dio cuando preparaba un reportaje sobre las torturas sistemáticas en el país.
Las autoridades soviéticas intentaron silenciarla en más de una ocasión. Según comentaba la periodista, recibía habitualmente amenazas de muerte a través de los servicios secretos rusos, el Ejército y otras agencias de seguridad del estado. Anna fue arrestada y sometida a un simulacro de ejecución e incluso sobrevivió a un envenenamiento.