El artículo coincide con el XX aniversario de la publicación.
En un artículo publicado el pasado martes día 20 (día en que se presentó en Madrid el libro), Víctor de la Serna publica el artículo «Periodismo ‘freaky». En él pone en duda la solidez de la investigación de José Díaz Herrera para la redacción de «Pedro J. al desnudo».
De la Serna pretende demostrar que los hermanos Rizzoli (implicados en casos de corrupción) ya no pertenecían al grupo editorial italiano Rizzoli Corriere della Sera Editori (RCS) cuando éste entra al accionariado de la empresa de El Mundo.
Según el fragmento que cita de la biografía de Díaz Herrera:
«La entrada de los italianos cogió de sorpresa a todo el mundo. Especialmente, porque desde Diario 16, Ramírez había criticado con dureza las vinculaciones de los amos de Il Corriere della Sera (los hermanos Rizzoli) con el Banco Ambrosiano, Gelli y las finanzas opacas del Vaticano y ahora aparecía como aliado de todos ellos».
Víctor de la Serna trata de desmontar este argumento. Dice que los hermanos italianos Rizzoli, relacionados con los escándalos del Banco Ambrosiano y Geli, dejan el grupo RCS en 1983 al vender todas sus acciones a un grupo de empresarios lombardos y piamonteses.
Fue en 1991 cuando el grupo RCS entra en el accionariado de Unidad Editorial (propietaria de El Mundo). Con este dato, De la Serna concluye erróneamente que los hermanos Rizzoli no tienen vinculación alguna con la empresa o los escándalos mencionados porque vendieron en 1983.
Sin embargo, Pepe Díaz Herrera rebate este argumento al decir que la familia Rizzoli sigue vincula con RCS a través de cargos honoríficos que ostentó varios años después de su salida del accionariado de un grupo que, además, sigue llevando su nombre. El autor agrega que
» Lo más significativo es, sin embargo, que tras el delictivo historial del grupo periodístico italiano de los años ochenta (corrupción, lavado de dinero negro y otros manejos oscuros), los delitos se suceden en los noventa (cuando Mario Conde utiliza Corriere della Sera como tapadera del 45 por ciento de sus títulos en el periódico madrileño)».
«Algo que resulta, cuando menos, chocante. Mientras en Italia los altos cargos de Rizzoli pasaban por San Vittore (la cárcel de Milán), el director de El Mundo asumía en España el papel de «Mani Pulite» y se convertía en el inquisidor mayor de la clase política, creando una forma de hacer periodismo que ahora parece haber sido copiada por El País con la operación Gürtel.»
No es casualidad que sea éste tema el que desde las páginas de El Mundo se quiera poner en tela de juicio. Estos días son los «fastos» por el 20 aniversario del diario. Un feliz acontecimiento que desde El Mundo no quieren que sea enturbiado por la publicación de que RCS Editori está vinculado con la familia Rizzoli, relacionada, a su vez con casos supuestamente delictivos que denunció el propio Pedrojota.
VER LA PAJA EN OJO AJENO…
Pero José Díaz Herrera no sólo no ha podido rebatir este intento de despretigiar su libro por parte de Víctor de la Serna sino que le recuerda que en un libro escrito por el director de su periódico existe una errata que le afecta a él mismo. Errata que no ha sido corregida.
En «El mundo en mis manos» (págs. 235-236) Pedrojota escribe
«Era un día lluvioso y Juán Luis Cebrián y yo recorrimos juntos el itinerario de la manifestación, embutidos en gabardinas tan blancas como nuestros deseos, en compañía de ese viejo y querido periodista veterano que era el ex director de Informaciones Víctor de la Serna».
Pero, según todos los manuales de periodismo, apostilla Díaz Herrera, el director de Informaciones fue Jesús (ya fallecido) y no Víctor de la Serna. Añade Díaz Herrera:
«Y si él, tan solícito en ver la paja en ojo ajeno e ignorar la viga en el de quienes le dan de comer, insta a Ramírez a que rectificara otros 36 errores más que se contienen en la citada obra o se calle.»