Las condiciones económicas requieren inversiones e innovaciones necesarias para revivir esos medios. Pero, generalmente, una firma que hereda una empresa mediante un proceso de quiebra la vende en dos o tres años.
Muchos diarios han terminado en manos de las empresas financieras a las que alguna vez criticaron por su papel en la recesión como consecuencia de sus deudas impagadas.
Las compañías financieras, sin experiencia alguna en la gestión de diarios, se han quedado con muchos medios en bancarrota y no han dicho cuáles son sus planes para sacarlos a flote.
Esto ha ocurrido, al menos, con una docena de periódicos, incluidos algunos de los 15 más grandes de EEUU: Los Angeles Times, Chicago Tribune, Star Tribune de Minneápolis y el Philadelphia Inquirer.
MAL PANORAMA
Los nuevos propietarios encaran duros retos. Los ingresos por publicidad, tradicionalmente la principal fuente de ingresos de los diarios, se han reducido a casi la mitad en los últimos tres años. Se calcula que este año generarán 27.000 millones de dólares (unos 19.000 millones de euros), comparado con los 49.000 millones del 2006 (unos 34.000 millones de euros). Y la circulación baja a ritmo acelerado.
Unas condiciones económicas que requieren inversiones e innovaciones necesarias para revivir esos medios. Pero, generalmente, una firma que hereda una empresa mediante un proceso de quiebra la vende en dos o tres años.
RENOVARSE O MORIR
Sin embargo, hay quienes piensan que esta sangre nueva podría ensayar fórmulas novedosas con resultados positivos.
Una constante en las bancarrotas de los diarios es que sus editores se endeudaron demasiado pensando que vendrían tiempos mejores y no pudieron pagar sus deudas.
Ahora los bancos que financiaron esos préstamos esperan recuperar al menos parte de ese dinero condonando o cancelando la mayor parte de la deuda a cambio de una participación importante en las publicaciones.
NADA QUE EMBARGAR
Los nuevos propietarios podrían simplemente cerrar los diarios y rematar los bienes. Pero Mike Simonton, analista de Ritch Ratings, duda que eso suceda porque los diarios no tienen demasiados bienes.
Tal y como están las cosas, es previsible que los diarios sean manejados por bancos como JP Morgan Chase e instituciones financieras como Angelo, Gordon & Co., que se especializa en adquirir las deudas de empresas con problemas.
Las leyes dicen que los bancos no pueden ser propietarios de empresas, pero se hacen excepciones cuando cambian la deuda por una participación en firmas que no pueden cumplir con sus obligaciones.
Los bancos deben vender esos bienes en no más de cinco años, a menos que los reguladores les permitan ampliar ese plazo.
ME LO QUEDO PERO NO LO QUIERO
Es una situación en la que los bancos no quieren estar, según Marc Abrams, abogado de Nueva York que representó a la editora Journal-Register este año en un proceso de quiebra. JP Morgan encabeza un grupo de bancos que tienen ahora intereses en Journal-Register, propietaria de diarios como el New Haven Register de Connecticut y el Oakland Press de Michigan.
«Lo primero que se preguntan los bancos es: ¿Cómo me quito esto de encima?»
EN EL LIMBO
Los nuevos dueños de los periódicos en quiebra no dan pistas acerca de lo que piensan hacer ni dicen si seguirán la campaña de reducción de costos que iniciaron todos los medios de prensa.
En el Star Tribune, por ejemplo, Angelo, Gordon y los demás accionistas nuevos no han nombrado un nuevo editor y han dicho que dejarán que gente con experiencia maneje el diario.
Brad Patelli, el ejecutivo de Angelo, Gordon que supervisa las inversiones en diarios, dijo en una ocasión que estimaba que su firma conservará el diario por entre cinco y siete años, durante los cuales tratará de estabilizarlo.
TIEMPO DE FUSIONES
William Dean Singleton, director ejecutivo de MediaNews Group, propietaria de más de 50 diarios, cree que los bancos podrían ayudar a los diarios disponiendo fusiones que reducirían costos.
Singleton sostiene que los nuevos dueños no harán nada que haga que los diarios resulten menos atractivos porque ello dificultaría su venta, que es el objetivo final.
«No quieren quedarse con los diarios para siempre»
«Cuando termine este período de transición, los diarios seguramente quedarán en manos de gente que quiere manejar diarios».