La efigie de San Blas no tiene rival
La cara nueva de Belén Esteban es portada de El Jueves. Un país entero frente al televisor hipnotizado por la nueva nariz de la estrella mediática del momento. La efigie de San Blas no tiene rival. ¿No es un milagro lo ocurrido a esta paria del famoseo? ¿No es un milagro lo ocurrido a toda España, que se olvida de sus problemas y padecimientos comentando la operación estética de una analfabeta sin mérito alguno? Y El Jueves admite: «Poniendo a esta fulana (sic) en portada, el número de navidad se venderá como polvorones».
Las cifras de audiencia hablan por sí solas. Una media de 3.147.000 espectadores (26% de cuota de pantalla) se sentaron ese viernes frente a la edición de gala del magacín que conduce Jorge Javier Vázquez. La llegada de Belén Esteban al plató marcó el minuto de oro de la jornada. A las 23.34, 6.532.000 personas (40,1%) veían Telecinco.
«Deseamos que los milagros ocurran. Y a veces ocurren. Este año hablan de uno en un portal de Fuencarral: una tertuliana tertuliada de Telecinco, Belén Esteban, grulla de grosero plumaje en el estrepitoso aviario de los programas del corazón, de tertulia que padecía de la cruel enfermedad de ser fea, se ha transformado, por obra y gracia de su cirujana madrina, en una elegante princesa cisne que ahora llega en carroza blanca al plató del DEC», escriben en este número de El Jueves.
- De esta historia, mezcla del Nacimiento de Cristo y varios cuentos de Andersen, es de lo único que se habla estos días. ¿No es un milagro lo ocurrido a esta paria de la televisión? ¿No es un milagro lo ocurrido a toda España, que se olvida de sus problemas y padecimientos comentando la operación estética de una analfabeta sin mérito alguno? Hay que reconocerlo, pues: milagros, haberlos haylos. Aunque sólo ocurran al que es bastante frívolo o tonto para creerlos.