Mesa y Caminal: La inquietud se convirtió en terror cuando el alcalde de Gao se presentó en el hotel y nos comunicó:"Van por vosotros, os quieren secuestrar"
La advertencia fue solemne. «Os quieren secuestrar», les dijeron. Y ellos se lo tomaron muy en serio. Beatriz Mesa y Danny Caminal, enviados especiales de El Periódico tuvieron que salir de Gao (Mali) tras ser alertados de un plan para raptarlos por parte de los terroristas de Al Qaeda.
Los reporteros habían viajado a Gao para informar sobre la evolución del secuestro de los tres cooperantes catalanes, Alícia Gámez, Albert Vilalta y Roque Pascual.
Ahora, ya a salvo, han relatado para su diario, cómo fue el proceso desde que les advirtieron del peligro hasta que escaparon escoltados por hombres armados y llegaron a Bamako, capital del país africano.
RELATO DEL MIEDO
La narración de Mesa y de Caminal se titula «Os quieren secuestrar» y este es un extracto del mismo.
- «Tendréis que agradecerme el resto de vuestra vida que os haya sacado de allí». Sedou Uld Dialó es el alcalde de Gao.
- Hace más de 15 horas que hemos salido de Gao, donde, según nos ha confirmado el alcalde, los terroristas islámicos habían puesto en marcha un plan para secuestrarnos.
- El miedo nos acompañará aún durante mucho tiempo.
EN EL PUNTO DE MIRA DE AL QAEDA
- Los islamistas sospechaban que pertenecíamos a algún servicio de espionaje.
- Cuando descubrieron que éramos periodistas, empezaron a vigilarnos.
- Averiguaron el lugar en el que nos alojábamos y se informaron sobre nuestras rutas.
- Un empleado, visiblemente preocupado, nos dijo que cuatro hombres con turbantes y «lentes de visión nocturna» llevaban un tiempo rondando el edificio. «Tal vez os buscan», dijo.
EN CASA DEL ALCALDE
- La inquietud se convirtió en terror cuando el alcalde de Gao se presentó en el hotel y nos comunicó, con alarmante solemnidad, que nos habíamos convertido en objetivo del AQMI -«van a por vosotros, os quieren secuestrar»- y que debíamos huir de la ciudad cuanto antes.
- Al amanecer, anunció, saldríamos hacia Bamako.
- A las cinco de la mañana, partimos en un todo terreno, conducido por el propio alcalde, escoltados por un militar. Ambos llevaban fusiles, y en el vehículo había más armas.
- Los primeros 300 kilómetros de viaje -la distancia entre Gao y Bamako supera los 1.000 kilómetros- serían los más peligrosos, puesto que es una zona con nutrida presencia de militantes y colaboradores de Al Qaeda.
- La mezcla de cansancio y desasosiego puso a prueba nuestro sistema nervioso. No respiramos tranquilos hasta que avistamos Mopti, donde paramos para comer y hasta nos hicimos unas fotos, ya sonriendo de alivio. Y de nervios.