España constituye un ejemplo aislado. Es el único país de la Unión Europea en el que la prensa generalista nacional publica anuncios de prostitución
El País los llama “clasificados relax”, ABC los tilda de simples “anuncios” y El Mundo opta por el tradicional “contactos”. Son los conocidos anuncios por palabras de la prostitución, un negocios que cada año reporta millones de euros a los diarios nacionales. Mensajes como “chinas muy dulces dispuestas a todo”, “las mejores de Madrid juntas para hacerte gozar”, “pijas pero muy morbosas” o “gatitas golosas con fantasías” protagonizan hasta cuatro páginas diarias en los principales medios escritos del país.
Periódicos cuya línea editorial censura la prostitución, que sin embargo, no renuncian a esta suculenta fuente de ingresos. Y es que los llamados “servicios de compañía” ofrecen una media de tres millones de euros al año de beneficios, una suma demasiado elevada, sobre todo, en tiempos de crisis. En esta materia España constituye un ejemplo aislado. Es el único país de la Unión Europea en el que la prensa generalista nacional publica anuncios de prostitución. El País, El Mundo y La Vanguardia son los diarios que más ingresos perciben.
El primero, con una media de 850 anuncios, encabeza el ranking, seguido del periódico de Unedisa, con 500, y el del grupo Godó, con 440. Sólo tres de las ocho cabeceras planta cara a este negocio. La Gaceta, Público, y La Razón –que decidió eliminarlos el pasado mes de diciembre– no publican este tipo de anuncios. Otros periódicos como el gratuito 20 minutos o el regional Avui, tampoco participan de él. la lucha contra los clasificados sexuales la han liderado durante años asociaciones como Esclavitud XXI o Stop the Traffik. Precisamente estas dos organizaciones han vuelto a poner el acento sobre dicha cuestión mandando a los principales diarios que se benefician de este negocio una petición firmada por 6.300 ciudadanos que solicita la retirada de los anuncios de prostitución.
“Es un clamor popular”, afirma Daniel Banegas, presidente de Esclavitud XXI, que incide en que en esta campaña han firmado “tanto personas que son evangélicas como personas que no lo son, abarcando todos los espectros ideológicos de nuestra sociedad”. Banegas hace hincapié en que en dichas firmas “está implícita la más sincera felicitación a La Gaceta por haber tenido la valentía de no haber incluido nunca estos anuncios.
Es una acción que les honra porque muy pocos han sido capaces de anteponer sus principios éticos a los ingresos económicos, por lo que esperamos que esta medida sirva de ejemplo para el resto de rotativos”. Esta llamada de atención se produce un año después de que el Gobierno aprobase el Plan Integral de lucha contra la trata de seres humanos. Esta estrategia, a pesar de que no prohíbe los anuncios de contactos, sí sugiere, según el presidente de Esclavitud XXI, su retirada como “una vía eficaz para luchar contra la trata y el tráfico de personas”.
Esta iniciativa, no obstante, se queda corta. El último programa electoral del PSOE prometía que se promovería “un código de autorregulación entre los medios de comunicación escritos para que supriman los anuncios de contactos sexuales, ya que la prostitución está íntimamente ligada al tráfico de mujeres”. Dos años después de esta declaración de intenciones, el Gobierno no ha movido ficha.
ERC reavivó el debate en septiembre del año pasado presentando una moción en el Congreso que no prosperó. la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, salió entonces en defensa del Gobierno afirmando que al Ejecutivo le parecían “vergonzosos” estos anuncios, pero que habría que esperar a que los medios dejasen de publicarlos “en cuanto sus circunstancias se lo permitan”. Ayer, en el balance del plan de lucha contra la trata, se limitó a volver a denunciar esta publicidad “que atenta a la dignidad de las mujeres”, apelando a “la responsabilidad y coherencia” de los medios. Pero, una vez más, no anunció ninguna medida extraordinaria.
Originalmente publicado en La Gaceta.