Más claros en sus defensas hacia el juez han sido los diarios del Grupo Prisa y el de Mediapro
«Todavía estamos inmersos en una fase del procedimiento judicial incipiente, por lo tanto queda mucho recorrido», dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La resolución adoptada ayer no entra en el fondo del asunto, es decir, en la decisión sobre si Garzón debe ser o no finalmente juzgado por prevaricación en este asunto, sino que se limita a señalar que no hay motivos que invaliden los argumentos iniciales del instructor del caso, Luciano Varela, por lo que no cabe el archivo que solicitaba Garzón.
Así, para De la Vega, «ayer se tomó una decisión sobre un recurso que no juzga ni prejuzga la decisión final». Por lo tanto, llamó a «respetar el procedimiento» y «a los jueces, tanto los que están manteniendo una posición de enjuiciuamiento como al magistrado que defiende su postura».
La vicepresidenta añadió que en este asunto hay «argumentos jurídicos y técnicos», confió en que la decisión final que se tome será «ajustada y razonada» y rechazó hacer «análisis politicos «de la «instrumentalización jurídica» que puedan hacer «determinadas personas o partidos». «Eso no es lo importante», remachó.
Más claros en sus defensas hacia el juez han sido los diarios del Grupo Prisa y el de Mediapro (La Sexta).
En el primero de ellos titula: «El Supremo avala que Falange siente en el banquillo a Garzón». El rotativo añade que el auto del Supremo, redactado por el magistrado ultraconservador Adolfo Prego, patrono de honor de la fundación utltraderechista Defensa de la Nación España, no entra en el fondo del asunto para no contaminarse», lo que apunta a que será la misma sala que admitió las querellas de Manos Limpias y Falange Española la que juzgará a Garzón por prevaricación.
En su editorial señala: «Ganan los falangistas. Juzgar a Garzón por investigar el franquismo supone una aberración histórica difícil de explicar».
‘Público’ señala que Garzón puede ser juzgado por prevariacación por admitir «a trámite las denuncias de las víctimas del franquismo para darles la justicia que les había sido denegada.
