Progresa a los trabajadores tres horas antes de la asamblea: "Comunicaros que la asamblea prevista para hoy, no se podrá realizar por no cumplir los requisitos establecidos por la ley en cuanto a la convocatoria y el orden del día"
13.39 h del viernes 26 marzo 2010.
La directora de Recursos Humanos de Progresa, la Promotora General de Revistas que puso en marcha Prisa en 1987 para editar más de 30 publicaciones no diarias (Cinemanía, Rolling Stone, El Dominical, Gentleman, Car, Claves, revistas corporativas –Carrefour, Digital+, Renfe, Caja Duero, Caja Madrid, Club Gourmet, Acciona, Viajes Barceló–, así como los anuarios de El País, de Vinos, las memorias de Prisa y Sogecable, recibe un correo electrónico remitido por el comité de empresa con el asunto ‘Asamblea’.
«Estimada Gemma«, comienza el texto, con la licencia de obviar el apellido Fernández que da el trato personal durante años y sin la necesidad de formalismos adquirida por la habitualidad de este tipo de comunicaciones.
«Solicitamos un lugar adecuado dentro de la empresa para realizar una asamblea el lunes 29 de marzo de 2010 a las 17.00 h.
En principio contamos con el area de Factoría, lugar en el que se han celebrado las asambleas precedentes.
Te informamos que a esta asamblea acudirá como invitado Juan Manuel Gil, presidente del Comité intercentros de Prisa.
Atentamente,
Comité de Progresa»
El área de Factoría es un amplio espacio diáfano en la primera planta del edificio de Caja Duero de la madrileña calle de Julián Camarillo, 29, apenas a 800 metros de la sede de El País de Miguel Yuste, donde trabajan los redactores y maquetadores de las revistas corporativas de Progresa.
El comité de empresa tiene asignada una sala de reuniones en esa planta –la única ocupada de los 13 pisos del edificio cuyo contrato de alquiler entre Prisa y Caja Duero está todavía vigente– donde físicamente no caben el habitual centenar de trabajadores, de los 140 que están en nómina en Progresa, que acuden a la media docena de asambleas que se convocan al año.
Juan Manuel Gil, de Comisiones Obreras, es desde su cargo de presidente del comité intercentros la cabeza visible y voz de los 15.000 trabajadores de Prisa frente a los directivos del Grupo. También es el artífice y promotor del durísimo e histórico comunicado dirigido «a la sociedad española, los inversores y Gobiernos» en el que El País, la Ser y Cuatro exigieron a Prisa transparencia sobre cómo les afecta que el fondo de inversión Liberty se haga con más de la mitad del grupo.
El comité de Progresa, ante las insuficientes explicaciones que el director de El País —Javier Moreno, a la redacción: «Los ingresos han caído, pero no le hemos quitado ni un duro a los periodistas»— había dado sobre Liberty a la plantilla al completo del diario (administración, talleres, redacción, todas las delegaciones provinciales por videoconferencia, hasta los colaboradores) convocados de urgencia al día siguiente del comunicado, consideró interesante llevar como invitado a la asamblea a Gil para que informara de los progresos en las reuniones entre trabajadores y empresa sobre la adquisición por parte de un fondo de inversión del 50% de Prisa.
«LA COMUNICACIÓN AL EMPRESARIO NO ESTÁ REALIZADA EN SU DEBIDA FORMA»
15.15 h, viernes 26 marzo 2010.
86 minutos después de haber recibido el email del comité, la directora de Recursos Humanos responde, electrónicamente, con un lacónico:
«Tal y como expresa el Estatuto de los Trabajadores en el artículo 79. Convocatoria:
El e-mail está fechado: viernes 26/03/2010 a las 13:39, por lo que la comunicación al empresario no está realizada en su debida forma.»
Uno de los nueve miembros del comité de Progresa, tras arquear las cejas, estira el brazo y alcanza el Estatuto de los Trabajadores de lomo gastado de la estantería. Pasa rápido las páginas y lee en voz alta:
Artículo 79. Convocatoria.
La convocatoria, con expresión del orden del día propuesto por los convocantes, se comunicará al empresario con cuarenta y ocho horas de antelación, como mínimo, debiendo éste acusar recibo.
Ya son casi las tres y media de un viernes de horario de jornada intensiva y la mayoría de los trabajadores está recogiendo sus cosas para irse de fin de semana, por lo que deciden madurar la respuesta hasta el lunes.
«LA FECHA Y HORA FIJADA PARA LA ASAMBLEA EN PRINCIPIO LA MANTENEMOS»
11.21 h, lunes 29 marzo 2010.
La directora de Recursos Humanos de Progresa oye un pitido procedente de su ordenador indicándole la entrada de un nuevo mensaje de correo.
‘Remitente: Comité’; ‘Asunto: RE: Asamblea’; ‘Importancia: Alta’
Pincha sobre la palabara ‘asamblea’ resaltada en negrita y, tras ampliarse el cuerpo del texto, lee:
Buenos días Gemma:
Hemos consultado con nuestros asesores y la comunicación se ha realizado dentro de los plazos previstos, que en este caso han sido 75 horas, por lo que la fecha y hora fijada para la asamblea en principio la mantenemos.
Cualquier duda o consulta que tengas estamos a tu disposición.
Antes de que sus labios terminen de murmurar imperceptiblemente el ‘ción’ final ya está atravesando el dintel de su despacho y, tras tocar cortésmente en la puerta de Agustín Sagredo, subdirector general de Progresa, pasa directamente:
–Agustín, tenemos un problema.
Agustín Sagredo es un solvente gestor que ha conseguido, a diferencia del resto de grandes empresas periodísticas españolas, evitar expedientes de regulación de empleo en Progresa desde que se incorporó al puesto, tras ser cesado José Manuel Sobrino, en agosto de 2008 avalado por su gestión al frente de GMP (la sociedad de Prisa con el grupo Zeta para editar un dominical para sus diarios regionales) y por su conocimiento personal de América Latina, mercado donde Prisa ve posibilidades de expansión.
«LA ASAMBLEA PREVISTA PARA HOY NO SE PODRÁ CELEBRAR»
13.57 h, lunes 29 de marzo de 2010
156 minutos después, y 183 antes de que de comienzo la asamblea, el comité, expectante, recibe la réplica de la directora de Recursos Humanos redactada al alimón junto con el subdirector general. Mismo estilo escueto y parco en palabras:
Att. de los miembros el Comité:
Comunicaros que la asamblea prevista para hoy, no se podrá realizar por no cumplir los requisitos establecidos por la ley en cuanto a la convocatoria y el orden del día.
Dirección Progresa
LA ASAMBLEA
17.00 h, lunes 29 marzo 2009.
Al área de Factoría empiezan a llegar algunos trabajadores, que enseguida reciben un resumen del intercambio epistolar entre representantes y empresa.
–Pero, entonces, ¿hay asamblea o no? –preguntan.
–No, hemos decidido suspenderla.
Juan Manuel Gil, el invitado de Comisiones Obreras que iba a explicar la operación Prisa-Liberty, que se había desplazado hasta Julián Camarillo caminando desde el edificio de El País, departe efusivamente en algunos de los corrillos.
Aunque todavía queda una hora para que termine la jornada laboral, algunos renquean por los pasillos exteriorizando con adjetivos calificativos su opinión sobre los directivos de Progresa.
«AYER SE PRODUJO UN ACONTECIMIENTO HISTÓRICO EN PRISA»
10.42 h, martes 30 mayo 2010.
A medida que los 140 trabajadores de Progresa, salvo aquellos pocos afortunados para los que la Semana Santa tiene nueve días, ven en las bandejas de entrada un correo con el asunto ‘CENSURA EN PRISA’ remitido de la cuenta de correo interna ‘Comité’:
Ayer por la tarde se produjo un acontecimiento histórico en PRISA.
Una de sus empresas, Progresa, impidió a sus trabajadores realizar una Asamblea informativa que había sido convocada según estipula el Estatuto de los Trabajadores indicando el orden del día y el nombre de la persona no perteneciente a la empresa y que asistiría a la misma (Juan Manuel Gil, miembro del Comité de PressPrint), según indica el Artículo 77 del Estatuto de los Trabajadores.
La razón dada por Agustín Sagredo, subdirector general de Progresa, es que el orden del día:
Venta del 50% de Prisa a Liberty, no tenía nada que ver con Progresa, empresa, que al día de hoy pertenece a Prisa.
Minutos antes de que empezara la asamblea la empresa, por correo electrónico, prohibía su celebración, aduciendo que la empresa no había dado acuse de recibo de la petición de la Asamblea y que en la Asamblea sólo se pueden tratar asuntos que figuren previamente en el orden del día.
Ambas cosas son falsas:
La Asamblea se pidió con antelación y sólo había un punto en el orden del día, incluso la directora de Recursos Humanos preguntó quién era Juan Manuel Gil y de qué hablaría.
LA DIRECCIÓN DE PROGRESA A PERIODISTA DIGITAL: «NO VAMOS A HACER DECLARACIONES»
Este diario intentó insistentemente durante la tarde del martes 30 marzo 2010 hablar con el subdirector general de Progresa, Antonio Sagredo, quien a través de su secretaria declinó hacer declaraciones.
Quién sí atendió finalmente las llamadas fue la directora de Recursos Humanos, Gemma Fernández, quien tras una prolongada conversación señaló que, en caso de que Progresa considerara conveniente manifestar algo sobre la prohibición de la asamblea, se pondrían en contacto.
A la hora de escribir éstas líneas, todavía no lo han hecho.
EL COMITÉ A PERIODISTA DIGITAL: «NO TENEMOS NADA QUE COMENTAR»
Un portavoz del Comité, al ser preguntado sobre la prohibición de la asamblea, declara:
«No tenemos nada que comentar. Se trata de un asunto interno entre los trabajadores y la empresa.»