Los fanáticos doblan sus esfuerzos cuando el apoyo a sus posturas se reduce a la mitad
La frase completa, extractada en el titular por imperativos de espacio, es:
«Parafraseando al humorista Jaume Perich, gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un juez con prejuicios que cierra un diario sin estar constitucionalmente habilitado para ello es un inútil sin que nos pase nada. Al juez, tampoco.»
Así cierra su artículo de opinión Cuando sacar la pata es un arte el periodista José Yoldi, quien ha cubierto el ‘caso Egunkaría’ desde que en 2003 fuera clausurado por el juez Del Olmo, hasta que la semana pasada la Audiencia Nacional sentenciara que la lucha antiterrorista no justifica cerrar un periódico y absuelviera a los periodistas de ‘Egunkaria’.
El juez al que Yoldi llama inútil –más adelanta también «fanático»– es Juan del Olmo, del que dice que su decisión de cerrar en diario en euskera Egunkaría la noche del 20 febrero de 2003 «fue una inmensa metedura de pata y un día negro para la libertad de expresión».
Y se hace las siguientes preguntas:
- ¿Por qué no dejó el caso?
- ¿A qué se debió ese empecinamiento?
- ¿Por qué medidas tan drásticas?
A las que responde tirando de una cita:
Sostiene el matemático John Allen Paulos que «los fanáticos doblan sus esfuerzos cuando el apoyo a sus posturas se reduce a la mitad»