Poco después de que Ramón Lobo, reportero de Internacional de El País, dijera sobre el director de Marca que es «más tóxico que el volcán islandés», Eduardo Inda evita la provocación.
En conversación telefónica con Periodista Digital, Inda señala:
«No voy a contestar al ataque de Ramón Lobo. No me interesa hacer declaraciones. No voy a entrar en la polémica»
Lobo había escrito de él:
Todo el mundo tiene un ego que alimentar delante del espejo. Sólo así se entiende la confluencia de tantos en una persona: el presunto director de un presunto diario deportivo convertido, y era difícil, al amarillismo más descarnado
Desde sus portadas sensacionalistas adjudica decenas (quizá cientos al cabo de un año) de fichajes al Real Madrid
Su latiguillo favorito es irritante: «Como adelantó Marca», pero es que Marca adelanta tantas cosas opuestas, imposibles, probables y contradictorias que uno se pierde en el laberinto de lo que es presunta información y fantasía
A este esquema poco preciso, de periodismo mentiroso y prevaricador, le añade el presunto Inda campañas contra lo que sea. Es especialista: ya hizo unas cuantas en favor de Jaume Matas y de la piscina de Pedro Jota en Baleares